"La diosa de la luna, la madre de Chakra..." - dijo Tobirama mientras miraba a su hermano mayor - "La diosa que fue encerrada por el Rikudou Sennin por toda la eternidad, la dueña de la bestia primordial"
Hashirama asintió mientras notaba cómo la situación cambiaba drásticamente al ver cómo el Juubi retrocedía al lado de Madara mientras Sasuke retrocedía ante la enorme presión que irradiaba de la bestia de diez colas.
Kurama nuevamente cambió a su apariencia humana, la cual estaba rodeada por un aura dorada.
"¡Suficiente!" - rugió Madara mientras sentía que la situación estaba escapando de su control - "¡Es hora de que les muestre el verdadero Mugen Tsukuyomi!"
El Juubi rugió con furia mientras su cuerpo empezaba a mutar, transformándose en una apariencia mucho más monstruosa, convirtiéndose en lo que parecía ser la fusión entre su antigua forma y lo que parecía ser un árbol que estaba empezando a extender sus raíces.
La expresión de Kurama cambió drásticamente al ver esto porque podía ver cómo las raíces empezaban a moverse en dirección de los paralizados ninjas de las fuerzas aliadas.
Sin siquiera pensarlo, Kurama saltó en dirección de las raíces con la única intensión de detenerlas porque no había que ser un genio para comprender que esto era malo, pero antes de que pudiera dar un paso, vio cómo Madara aparecía delante de él con una expresión fría en su rostro - "¡Sal de mi camino!"
"¿De verdad piensas que te dejaré intervenir en mis planes?" - preguntó Madara, no, su voz era diferente a la normal.
"¡Zetsu!" - rugió Kurama al notar el cambio en la apariencia de Madara, quien parecía estar teniendo una lucha interna para recuperar el control.
"¿Por qué no dejas que cumpla con mi misión, Madara?" - preguntó Kuro Zetsu con una clara irritación.
"¡¿Tu misión?!" - repitió Madara con furia - "¡Tu misión, es mi misión, yo te cree con mi voluntad!"
"¿Tu voluntad? ¿De verdad piensas eso?" - preguntó Kuro Zetsu mientras soltaba una carcajada al conseguir el control completo del cuerpo de Madara - "Oh, Madara, no pensé que fueras tan inocente"
La expresión de Madara cambió lentamente porque sentía cómo algo dentro de él estaba cambiando, algo muy diferente al cambio que había ocurrido al convertirse en el Jinchuriki del Juubi.
"Gracias por hacerme reír por última vez" - dijo Kuro Zetsu mientras una enorme sonrisa aparecía en su rostro - "Así que voy a decirte la verdad..."
Lentamente, el cuerpo del Uchiha empezó a ser cubierto por una extraña sustancia negra, muy parecida a la composición de Kuro Zetsu.
"Yo Zetsu, no fui creado por tu voluntad" - dijo Kuro Zetsu con locura mientras las raíces del Juubi empezaban a rodear el cuerpo de Madara - "¡Yo fui creado por mi madre, la diosa Kaguya!"
Los ojos de Madara se abrieron como platos, por fin entendiendo las extrañas incoherencias que había durante su investigación para cumplir con su sueño - "El monumento de mi clan..."
"Oh, ahí es donde empieza la parte divertida" - dijo Kuro Zetsu mientras continuaba riendo con locura - "¡Fui yo, Madara, fui yo el que creó ese monumento con información falsa porque necesitaba a un idiota que tuviera el potencial suficiente para despertar el Rinnegan y así activar la Gedou Mazou!"
Las raíces del Juubi empezaron a extenderse hasta el horizonte, cubriendo todo el campo de batalla mientras los cuerpos de los ninjas aliados eran atrapados en lo que parecían ser capullos de chakra.
"¡Todo fue un plan para reunir a los Bijuu en su contenedor original!" - rugió Kuro Zetsu con frialdad - "¡Ahora!"
El chakra del mundo, lentamente empezó a ser absorbido por las raíces del Shinju, concentrándose en el cuerpo de Madara, el cual estaba paralizado por todo lo que había sucedido en cuestión de segundos. El daño no era físico, sino mental, después de todo, su plan que había sacrificado tanto por años, era en realidad una ilusión creada por su supuesto subordinado - "Imposible, tengo que estar soñando..."
"¡Reacciona, Madara!" - rugió Kurama porque podía sentir que la situación parecía estar llegando a su clímax, lentamente, todo estaba llegando a su final con la llegada de la diosa que trajo poder al mundo.
"¡Argh!" - Madara soltó un grito de dolor al sentir cómo su cuerpo era cubierto por lo que parecía ser un capullo de chakra similar al resto, solo que de un color azul.
"¡Tenemos que detener esa cosa!" - exclamó Sasuke con terror porque podía sentir cómo su alma le gritaba que hiciera algo al respecto, aunque para su creciente irritación, las raíces empezaron a proteger el capullo como si este tuviera consciencia propia.
"¡Es inútil!" - exclamó Kuro Zetsu, o al menos lo que quedaba de él, con su forma de líquido negro riendo con locura - "¡Hemos ganado, ahora, regocíjense ante el regreso del ser primordial!"
Los gritos de Madara se hicieron cada vez más frecuentes mientras su chakra aumentaba a un ritmo impresionante, con el capullo moviéndose como si fuera un corazón latiendo lento, pero firme.
Kurama concentró todo su chakra en sus manos, creando dos Bijuu-dama, y arrojándolas hasta el capullo porque sabía que este era el momento para hacerlo, solo para ver cómo las raíces se sacrificaban para cubrir el núcleo del Shinju.
"¡Inútil, todo es inútil!" - gritó con euforia Kuro Zetsu mientras continuaba riendo con desdén - "¡Todo ha sido escrito en piedra desde hace siglos, y no hay nada que ustedes, unos sucios monos que robaron el poder de mi madre, pueden hacer para impedir su regreso!"
El capullo continuó sonando como si estuviera palpitando, con los gritos de Madara desapareciendo por completo, hasta que todo pareció caer en un silencio absoluto.
El mundo pareció perder todo color mientras parecía como si el único sonido permitido era el palpitar del capullo que cubría el cuerpo de Madara.
Sin poder contenerse más, Sasuke decidió actuar nuevamente, canalizando todo el chakra en sus ojos para intentar hacer un último ataque, solo para ser detenido antes de siquiera iniciarlo por Kurama que lo había agarrado del hombro.
"¡¿Por qué me detienes?!" - rugió Sasuke, solo para escuchar el sonido de algo rompiéndose, mostrando una delicada mano blanca.
"Porque si atacabas ahora" - respondió Kurama con una mirada seria en su rostro al ver otra mano de mujer salir del capullo - "Hubieras estado en el rango perfecto para recibir un contraataque..."
El color regresó al mundo, mientras la tierra temblaba con cada acción de la mujer dentro del capullo, con el cielo cubriéndose de rayos.
El chakra que había quedado estancado, lentamente empezó a fluir hasta el cuerpo de la mujer, quien lentamente salía del capullo.
Primero fueron sus brazos, luego sus piernas, su torso, su cuello, finalmente su cabeza, mostrando una belleza inmaculada que solo podría definirse con una sola palabra... pálido.
"¡Admirad a la encarnación de la belleza y la destrucción, el origen de este mundo como lo conocen!" - exclamó Kuro Zetsu mientras la hermosa pálida mujer abría los ojos perlados que el dúo reconocimiento de inmediato - "¡La diosa del chakra, la luna, Kaguya Otsutsuki!"
"Hagoromo..." - murmuró Kaguya, todavía confundida con su despertar, solo para fruncir el ceño mientras liberaba su chakra al recordar el pasado - "¡Hagoromo!"
Sasuke a duras penas pudo mantener el equilibrio ante el despliegue de poder de la mujer, quien pareció recuperar la consciencia porque estaba controlándolo con una habilidad que superaba por mucho al más hábil ninja existente.
Kurama se quedó en silencio mientras observaba el cabello blanco, casi gris de la mujer, sus delicadas facciones, pequeños labios rosados, para bajar la mirada y observar el cuerpo cubierto por un vestido de princesa blanco, finalizando en sus delicadas manos blancas como la nieve.
"Tú no eres mi hijo" - murmuró Kaguya mientras dos largos cuernos se materializaban en su frente - "Pero esas auras son familiares, puedo sentir esa delicada conexión entre nosotros"
"Madre, ellos son las encarnaciones de Indra y Ashura, y ellos..." - dijo Kuro Zetsu, solo para soltar un grito de sorpresa y terror al sentir una fuerza comprimiéndolo - "¡Argh!"
"Silencio" - murmuró Kaguya mientras sentía cómo algo dentro de ella se activaba, algo primitivo y sádico - "Ya cumpliste tu destino, solo necesito tus recuerdos"
"¡Madre, no!" - exclamó Kuro Zetsu mientras se convertía en una pequeña esfera de energía oscura, la cual fue absorbida con suma facilidad.
Kurama y Sasuke se quedaron en silencio mientras observaban la situación, solo para notar cómo la mujer empezaba a mostrar una expresión de asco, y sorprendiendo al dúo, ella creó lo que parecía ser un capullo, del cual brotó el cuerpo inerte de Midori, el sacrificio que Obito y Kuro Zetsu habían usado para revivir a Madara - "Mucho mejor"
Viendo que su impureza había sido purgada, Kaguya decidió concentrar su atención en los dos descendientes de su primogénito.
"Puedo sentir que nuestra conexión es más fuerte de lo que debería" - dijo Kaguya movía su mirada hacia el joven de cabello rojo, solo para fruncir el ceño porque este hombre estaba acercándose peligrosamente al nivel de los miembros de su clan, y no, ella no estaba hablando en poder, sino en pureza de sangre, él solo necesitaba un último empujón, y con el movimiento correcto, este joven podría convertirse en un buen aliado para su causa.
