"Kushina-chan..." - dijo Mito Uzumaki mientras regresaba a la oficina de la actual matriarca del clan luego de jugar con los niños, solo para encontrarse con ella mirando por la ventana en dirección de luna roja, como si sintiera que algo estaba a punto de ocurrir - "¿Quieres hablar?"
Kushina soltó un suspiro pesado mientras negaba con la cabeza, solo para sentir cómo su corazón empezaba a latir con fuerza, como si este estuviera gritándole que su amado estaba en peligro - "¡Kuro-chan!"
"¡Kushina, reacciona!" - exclamó Mito Uzumaki mientras aparecía detrás de su protegida, solo para presionar su cuello, haciendo en el proceso que la mujer de cabello rojo cayera inconsciente.
"¡Abuela!" - exclamó Tsunade al escuchar el grito de su hermana de clan, solo para ver cómo ella estaba inconsciente en los brazos de su abuela.
"Llévala a su cuarto a descansar" - dijo Mito Uzumaki mientras soltaba un suspiro pesado, solo para fruncir el ceño al mirar la luna carmesí a la distancia - "Siento que la situación está a punto de cambiar, pero no estoy segura para qué dirección"
Tsunade miró a su abuela una última vez antes de ir a dejar a Kushina a su habitación, solo para correr en dirección al lugar donde estaban los niños y ver cómo estos estaban aterrados, así que rápidamente los abrazó - "Tranquilos, todo pronto terminará, su padre está luchando para lograrlo"
"¿Tousan?" - repitió Naruto con una sonrisa - "¿En serio?"
"Por supuesto" - respondió Tsunade con una sonrisa mientras acariciaba el cabello de Naruto - "Él es fuerte, y pronto todo terminará"
"¡Ok, Tousan es fuerte!" - exclamó Naruto un poco más tranquilo, aunque su expresión de preocupación todavía estaba presente.
Mikoto estaba cuidando de su princesa mientras continuaba rezando en sus pensamientos por el bienestar de su hijo y de su amado.
"Todo estará bien" - murmuró Tsunade mientras cerraba los ojos y usaba su chakra Senjutsu para relajar a los niños para que pudieran dormir.
Los bebés fueron los primeros en caer rendidos ante la relajante aura de la mujer rubia de grandes pechos, siendo seguidos por Izumi, Izuku y finalmente por Naruto, quien continuaba repitiendo que papá iba a ganar.
Tsunade sonrió ligeramente antes de mirar por la ventana, atravesando la barrera que cubría Uzushiogakure no Sato y concentrando sus ojos en la luna carmesí que se divisaba en la distancia.
"Todo estará bien" - murmuró Tsunade nuevamente, soltando un suspiro pesado - "¿Verdad, Kurama?"
Al igual que ella, el resto de habitantes de la mansión Uzumaki estaban rezando por la victoria y bienestar de su amado, esperando con ansias su regreso triunfal.
*****
"Kurama..." - dijo Sasuke al alejarse de los líderes de las cinco grandes aldeas - "Sé que estoy siendo paranoico con esto, pero..."
"No, yo también pude sentirlo" - respondió Kurama con el ceño fruncido mientras pensaba detenidamente en los rostros de Onoki, Ao y Ei - "No quiero pensar en lo peor, pero puedo sentir algo oscuro en sus auras"
Sasuke simplemente guardó silencio mientras soltaba una pequeña risa que dejó confundido a su amigo.
"¿No te parece irónico?" - preguntó Sasuke mientras miraba con una expresión extraña a su amigo - "Hicimos todo lo que pudimos para protegerlos, para traer la paz al mundo, pero la sola presencia de esa mujer, hizo que nuestros aliados olvidaran eso y se concentraran en el problema de nuestras existencias"
Kurama guardó silencio mientras fruncía aún más el ceño porque las palabras de su mejor amigo eran correctas, aunque al mismo tiempo, él no podía dejar de pensar que algo raro estaba sucediendo.
"Kurama, yo espero que esto no llegue a peor, pero si llegara a suceder..." - dijo Sasuke con un tono frío y sin emociones - "Entonces voy a defender a mi familia con todo lo que tengo, incluso si eso significa hacerme enemigos de Konoha, del mundo, o incluso de ti"
Kurama guardó silencio porque él entendía lo que su mejor amigo trataba de decir, así que asintió con debilidad porque él haría lo mismo por su familia.
Sin darse cuenta, el tiempo avanzó lentamente, y para desgracias de Kurama, la peor situación apareció.
Con un par de ojos nuevos, Kakashi no solo destruyó su Sharingan, sino que también decretó la disolución y eliminación del clan Uchiha, con Sasuke respondiendo con violencia como había prometido, terminando con la victoria de Sasuke y la destrucción de Konoha, aunque esta batalla terminó con un grave costo, porque durante el enfrentamiento, Sakura terminó siendo asesinada mientras contactaba con el clan Uzumaki para que protegieran a Sarada.
Sasuke entró en un ataque de cólera, destruyendo por completo todo a su paso, y ganándose así el nombre del criminal más buscado del mundo.
Estos sucesos destruyeron a Mikoto, Izumi, y al resto del clan Uzumaki, pero el más afectado fue Itachi, quien perdió a su amada Ayame ante la cólera de su hermano menor, lo que causó que él no supiera qué hacer en esta situación, tiempo en el que un ninja de Iwagakure no Sato lo terminó matando, esto causó que Sasuke entrara en un nuevo ataque de cólera, lanzándose ahora contra la tierra de las rocas.
Con Sasuke atacando una nueva gran aldea, las otras tres crearon una alianza, aislando al clan Uzumaki que estaba dándole apoyo a Sasuke debido a sus lazos de sangre, con Kurama dando apoyo físico a su mejor amigo porque él también estaba sufriendo la muerte de Kaguya, aunque esto solo causó que parte de las chicas del clan lo miraran con ojos extraños.
Kurama pareció percatarse de esto, pero no había forma de que él se detuviera ahora que las cosas se habían salido de control, aunque esto nuevamente hizo que recordara las palabras de Kaguya.
Y así pasó otro mes, un mes en el que Kurotsuchi no pudo aguantarlo más y decidió regresar a Iwagakure no Sato para intentar calmar las cosas.
Kurama aceptó esto, lo que él no pensó, es que durante este tiempo, en su estadía en Iwa, Kurotsuchi haría algo que comenzaría con la destrucción de la familia, porque durante un día, ella se reunió con Sasuke y durante la conversación, ella atacó, logrando herirlo lo suficiente para que la fuerza de élite de Iwa terminara el trabajo.
Esta traición no solo afectó a Mikoto y a Izumi, sino que causó que el resto del clan Uzumaki se miraran con aprensión debido a que el clan estaba integrado por miembros de diferentes naciones, naciones que ahora estaban en puntos opuestos.
Kurama no quería hacerlo, pero la traición de Kurotsuchi y la muerte de su amigo estaba haciéndolo paranoico, lo que causó que empezara a distanciarse de su familia.
Los meses continuaron avanzando, con Kurama alejándose cada vez más mientras sentía cómo lentamente empezaba a entender los pensamientos de Kaguya, aunque su todavía estabilidad mental se negaba a seguir pensando de esa forma.
Sin darse cuenta, el próspero clan Uzumaki, ya no era lo que alguna vez fue.
Sin la presencia de Kurama para unirlas, las mujeres de las diferentes naciones empezaron a sentirse fuera de lugar con Kushina y Mikoto mirándolas con aprensión, después de todo, la traición de Kurotsuchi todavía se sentía fresca.
Kurama lentamente abrió los ojos, solo para sentir cómo todo a su alrededor estaba oscuro, lo que trajo un ceño fruncido a su rostro porque no podía recordar nada, aunque lentamente memorias aparecieron en su mente, lo que trajo una enorme furia en su interior.
"¡No!" - rugió Kurama mientras sacudía la cabeza porque no podía creer lo que estaba recordando - "¡Esto no tiene sentido!"
Kurama sacudió la cabeza porque su corazón no podía creer lo que su cerebro estaba recordando.
Imágenes de Kushina, Mikoto y el resto de los miembros del clan Uzumaki que quedaban luego de que gran parte regresaran a sus respectivas aldeas luego de sentirse excluidas, cosa divertida porque luego de la muerte de Sasuke, todas las aldeas empezaron a excluir al clan Uzumaki, pero eso no era importante, lo que realmente importaba era que él había sido sellado dentro de una piedra, cosa irónica ahora que lo pensaba.
Él se estaría riendo si no fuera él el que había sido traicionado por las personas más importantes de su vida.
¿El motivo de que él estuviera en este oscuro lugar?
Simple, su presencia era un peligro para el clan, cosa que no tenía ningún sentido, es por eso que él no podía creerlo.
Nuevamente, sus instintos le estaban diciendo que todo esto estaba mal, y esta vez, a diferencia del pasado, él podía verlo, sin embargo, su lado racional no podía cuestionar el hecho de que él había sido sellado.
Esta era una lucha interna entre sus instintos y su lado racional, y él honestamente no sabía a quién creerle.
Emociones o razón, una lucha constante que continuó por días, semanas, meses, incluso años, con la mentalidad de Kurama cayéndose a pedazos y recuperándose a un ritmo innatural.
Había días donde él estaba tranquilo, mientras que otros parecía como si estuviera riéndose solo, incluso había momentos donde su ira crecía a niveles inimaginables, así como otros donde una sonrisa de felicidad aparecía en su rostro.