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Chapter 31 - Capitulo 30:El Secreto del Proximo Baile

🌅 La mañana de Nicole

Las vacaciones de invierno habían terminado.

Nicole se peinaba frente al espejo, con el uniforme listo y Conejín sentado en la cama como espectador silencioso.

Su celular vibró. Era Alex.

—¿Vas hoy? —preguntó él.

—Sí, claro —respondió ella, sonriendo.

—¿Y si nos divertimos en el recreo?

Nicole soltó una risa suave.

—Obvio, me encanta la idea.

Guardó el celular en la mochila y salió de casa con paso ligero, sintiendo que el nuevo año traía algo distinto.

🤗 Encuentro con las amigas

Al llegar al colegio, apenas cruzó la entrada, Hengely y Michelle corrieron hacia ella.

La abrazaron fuerte, como si hubiera pasado más que una semana.

—¡Nicole! —dijo Hengely, con una sonrisa segura.

—¡Te extrañamos! —agregó Michelle.

Nicole las miró sorprendida.

Notó que ambas habían cambiado un poco: Hengely tenía una calma distinta, más firme, y Michelle irradiaba confianza, como si ya no dudara tanto de sí misma.

Las citas con Carlos y Camilo las habían dejado más seguras, más brillantes.

—Se ven diferentes… —dijo Nicole, con ternura.

—Es que ahora sabemos lo que queremos —respondió Hengely, guiñándole un ojo.

Michelle rió.

—Y lo que no queremos también.

Nicole se sonrojó, feliz de verlas así.

🏫 Perspectiva de Alex

En otra parte del colegio, Alex entraba a su aula.

Se sentó en su lugar, sacando sus cuadernos, cuando Leo se acercó con una sonrisa.

—¡Ey, Alex! —lo saludó, dándole un golpe amistoso en el hombro.

—Ey, Leo —respondió él, sonriendo.

—¿Cómo la pasaste en Año Nuevo? —preguntó Leo.

Alex se recostó en la silla, con aire confiado.

—Increíble. Fue… distinto.

Leo suspiró.

—El mío estuvo bien, pero no tan épico como el tuyo, el de Carlos y el de Camilo.

Alex se rió, burlón.

—Bueno, cada quien con su suerte.

Leo lo miró con complicidad.

—¿Y en el recreo? ¿Me acompañás?

Alex negó con la cabeza, sonriendo.

—Hoy quiero pasarlo con Nicole.

Leo levantó las manos, entendiendo.

—Está bien, hermano. Te dejo tu momento.

🎮 "Juego de novios"

El timbre sonó y los pasillos se llenaron de voces.

Alex fue directo al aula de Nicole, esperando en la puerta.

Ella todavía conversaba con Hengely y Michelle, pero apenas cruzó la salida y lo vio, corrió a abrazarlo fuerte.

—¡Alex! —dijo, con una sonrisa amplia.

Él le dio un besito rápido en el cachete.

—Vamos al patio.

Caminaron juntos, tomados de la mano, hasta encontrar un rincón tranquilo.

Nicole lo miró con picardía.

—Bueno… ¿qué vamos a hacer para divertirnos?

Alex pensó un segundo y sonrió.

—Un juego de novios.

—¿Juego de novios? —preguntó ella, curiosa.

—Sí. Yo te hago preguntas y vos respondés rápido. Si fallás, tenés que darme un beso.

Nicole se rió.

—¡Eso no es justo!

—Claro que sí. Es divertido.

Empezaron con preguntas simples:

—¿Cuál es mi color favorito? —preguntó Alex.

—Negro —respondió Nicole, segura.

—Correcto.

—¿Cuál fue la primera película que vimos juntos?

Nicole dudó un segundo.

—Eh… ¿la de acción?

—¡Fallaste! —dijo Alex, riendo.

Se inclinó y le dio un beso corto en la mejilla.

Nicole se sonrojó, pero también se rió.

—Está bien… ahora me toca a mí.

El juego siguió entre risas, preguntas tontas y besos de castigo.

Nicole se sentía feliz, ligera, como si el recreo fuera solo de ellos dos.

🐎 El caballito

En medio de la diversión, Nicole lo miró con una sonrisa traviesa.

—¿Me cargás a caballito?

Alex arqueó una ceja.

—¿Ahora?

—Sí, dale.

Él aceptó, se agachó y Nicole se subió a su espalda.

Caminaron unos metros, riendo, mientras ella lo apretaba con los brazos.

—¡Esto es genial! —dijo Nicole, feliz.

Alex también reía, pero después de unos segundos murmuró:

—Uf… pesás un poco.

Nicole se quedó quieta.

Se bajó de inmediato, con el rostro serio.

—¿Qué dijiste?

Alex la miró, confundido.

—Nada… solo que me cansé.

Pero Nicole lo entendió de otra manera.

Sintió que le estaba diciendo gorda.

Su sonrisa se borró, y con un gesto ofendido, se cruzó de brazos.

—No tenías que decir eso.

Alex intentó acercarse.

—Nicole, no quise…

—Ya está. —lo interrumpió ella, con voz cortante.

Se dio media vuelta y se fue, dejando a Alex parado en medio del patio, sorprendido por cómo un comentario inocente había cambiado todo en segundos.

🪑"El consejo de Dan"

Nicole se había sentado en un baquito apartado, con los cachetes inflados de enojo y los brazos cruzados.

Miraba al suelo, sin querer hablar con nadie.

Dan la vio desde lejos y se acercó, con su estilo despreocupado.

—Ey, ¿qué te pasa? —preguntó, inclinándose un poco para verla a los ojos.

Nicole suspiró.

—Alex me dijo gorda.

Dan abrió los ojos, sorprendido.

—¿Qué? Vos no estás gorda. Contame bien qué pasó.

Nicole bajó la mirada.

—Me subí a caballito de él… y en un momento se quejó de que pesaba.

Dan levantó la mano, interrumpiéndola.

—Eso no significa que te haya dicho gorda. Solo que se cansó.

Nicole lo miró, aún ofendida.

—Pero igual me dolió.

Dan se inclinó y, en voz baja, murmuró:

—Bueno… la verdad es que pesás un poquito.

Nicole lo empujó suavemente, con los cachetes más inflados todavía.

—¡Dan! ¿Ves? Eso es lo que sentimos las mujeres. Si nos dicen que pesamos, lo entendemos como que nos ven gordas.

Dan levantó las manos, riendo nervioso.

—Está bien, está bien. Pero mirá… lo que debería sentir Alex es que te hizo mal con ese comentario, aunque no fuera su intención. Él tiene que aprender que a veces las palabras pesan más que el cuerpo.

Nicole se quedó pensativa.

Se apenó de dejarlo solo en medio de su explicación, y le sonrió con ternura.

—Gracias, Dan. De verdad.

Se levantó del baquito, acomodó su bolso y se fue en dirección a buscar a Alex, con el corazón un poco más liviano y la intención de aclarar lo que había pasado.

📖 "El consejo de Emilia"

Alex se quedó sentado en el banco del patio, mirando al suelo.

El ruido de los estudiantes alrededor parecía lejano, como si él estuviera atrapado en su propio mundo.

Se pasó las manos por el cabello, apenado.

—Otra vez… lo arruiné —murmuró en su mente—. Siempre digo cosas sin pensar.

El recuerdo de Nicole bajándose de su espalda, ofendida, le pesaba más que cualquier carga.

Sentía que había fallado en algo simple, y eso lo hacía sentirse torpe.

👧 La aparición de Emilia

De pronto, una voz lo sacó de sus pensamientos:

—¿Y vos qué hacés acá, con cara de funeral?

Alex levantó la cabeza y se encontró con Emilia, su hermana de 14 años.

Ella lo miraba con los brazos cruzados, esperando una respuesta.

—Hola… —dijo él, apenas, sin ganas.

Emilia frunció el ceño.

—¿Hola? ¿Eso es todo? Me ignorás como si no existiera. ¿Qué te pasa?

Alex suspiró.

—No es nada.

—¡Mentira! —respondió ella, molesta—. Cuando ponés esa cara, siempre es algo. Contame.

Alex la miró un momento y luego señaló el banco.

—Sentate.

Emilia se dejó caer a su lado, con gesto curioso.

—Bueno… ahora sí, hablá.

💔 La explicación

Alex respiró hondo.

—Es Nicole. Se enojó conmigo.

—¿Qué hiciste? —preguntó Emilia, arqueando una ceja.

—Nada… bueno, sí. Estábamos jugando, y me pidió que la cargue a caballito. Yo lo hice, pero después me cansé y dije que pesaba un poco.

Emilia abrió los ojos y se tapó la boca, fingiendo sorpresa.

—¡Le dijiste gorda!

—¡No! —respondió Alex enseguida, nervioso—. No le dije gorda. Solo que me cansé.

Emilia lo miró con picardía.

—Pero ella lo entendió así. Y vos sabés que las chicas son sensibles con esas cosas.

Alex bajó la mirada, apenado.

—Sí… lo sé. No quise hacerla sentir mal.

🧠 El consejo

Emilia lo empujó suavemente con el hombro.

—Entonces tenés que aclararlo. No basta con decir "no quise". Tenés que mostrarle que la entendés.

Alex la miró, buscando respuestas.

—¿Y qué hago?

Emilia sonrió, con ese aire de hermana mayor aunque fuera más joven.

—Primero, pedile disculpas. Pero no como siempre, rápido y nervioso. Decile que entendés cómo se sintió. Que sabés que tus palabras la hicieron pensar que la veías mal, aunque no fuera tu intención.

Alex asintió, pensativo.

—Sí… tenés razón.

—Y después —agregó Emilia, con una sonrisa traviesa—, hacé algo lindo. Un detalle. Algo que le recuerde que para vos es hermosa.

Alex se rió, nervioso.

—¿Un detalle?

—Obvio. No podés dejarla solo con la disculpa. Tenés que darle algo que la haga sentir elegida.

Alex la miró con ternura.

—Gracias, Emilia. Sos más sabia de lo que aparentás.

Ella levantó la barbilla, orgullosa.

—Lo sé. Soy tu hermana, ¿qué esperabas?

🚶‍♂️ El impulso

Alex se levantó del banco, con decisión.

—Voy a buscarla.

Emilia lo miró, divertida.

—Dale, tortolito. Pero no la hagas esperar mucho.

Alex sonrió, agradecido.

—Gracias de verdad.

Se alejó del banco, con el corazón latiendo fuerte.

Sabía que tenía que arreglarlo, no solo con palabras, sino con gestos.

Porque Nicole merecía sentirse amada, no herida..

💞"El reencuentro"

Nicole caminaba por el pasillo, aún con el corazón apretado.

De pronto, vio a Alex acercarse, con paso decidido.

Él la miraba con los ojos llenos de nervios, pero también de ternura.

—Nicole… —dijo, deteniéndose frente a ella.

Ella bajó la mirada, todavía dolida.

—¿Qué querés?

Alex respiró hondo.

—Quiero pedirte perdón. No quise hacerte sentir mal. Cuando dije que pesabas, solo hablaba de mí, de que me cansé. Nunca de vos. Para mí sos perfecta.

Nicole lo miró, con los ojos brillosos.

—¿De verdad?

Alex asintió, acercándose un poco más.

—Sí. Y no quiero que un malentendido nos separe. Te amo, Nicole.

Ella sintió cómo las palabras le desarmaban el enojo.

Se mordió el labio, y al final, con un suspiro, se dejó llevar.

—Yo también te amo, Alex.

Él le tomó la cara con suavidad, y se inclinaron.

El beso fue largo, profundo, lleno de reconciliación.

El patio desapareció alrededor.

Solo quedaban ellos dos, fundidos en un abrazo que cerraba la herida y abría otra vez el camino del amor.

🎧 Perspectiva de Dan: "El nombre que pesa"

Mientras tanto, Dan estaba sentado en el mismo banco donde antes había visto a Nicole enojada.

Tenía los auriculares puestos, escuchando música, tranquilo.

De repente, una chica con lentes pasó frente a él.

Dan la reconoció enseguida.

—Valentina… —dijo, levantándose.

Ella se detuvo, incómoda.

—No me llamo así.

Dan frunció el ceño.

—Claro que sí. Te conozco. Sos Valentina.

Ella intentó seguir caminando, pero Dan la alcanzó y se puso delante de ella.

—No tenés que cambiarte el nombre. No te pasó nada que te obligue a esconderte.

Valentina bajó la mirada, derrotada.

—Desde que le robé el beso a Alex y me metí en ese conflicto… decidí que "Valentina" se quedara en ese error. Que no fuera yo.

Dan la miró con seriedad.

—Eso es injusto. Vos sos vos, con tus errores y tus aciertos. Alex ya te perdonó, y eso basta. No tenés que huir de tu propio nombre.

Valentina lo miró, sorprendida por la firmeza de sus palabras.

—¿De verdad pensás eso?

Dan asintió.

—Sí. Equivocarse no te quita tu identidad. Lo que importa es aprender. Y vos ya aprendiste.

Ella sonrió, con los ojos brillosos.

—Gracias… nadie me lo había dicho así.

Dan se encogió de hombros, con una sonrisa ligera.

—No tenés que enamorarte de las palabras bonitas. Solo tenés que creer en vos misma.

Valentina lo miró con ternura, sintiendo que esas palabras la habían tocado más de lo que esperaba.

Pero Dan, en su interior, sabía que no sentía lo mismo.

Para él, solo había sido un consejo sincero.

💖 Perspectiva de Hengely: "El primer detalle de novios"

El recreo estaba lleno de voces, pero para Hengely todo se volvió más suave cuando vio a Carlos acercarse.

Él traía algo en la mano, escondido detrás de la espalda, y una sonrisa nerviosa.

—Hola, Hengely —dijo, bajando la mirada.

—Hola, Carlos —respondió ella, con un tono tímido pero feliz.

Se saludaron con un abrazo breve, y Carlos respiró hondo.

—Tengo algo para vos…

Sacó un llavero pequeño en forma de corazón, con sus iniciales grabadas a mano.

—No es caro ni perfecto, pero quería que tuvieras algo que te recuerde que… ya somos novios.

Hengely lo tomó con cuidado, como si fuera frágil.

Sus ojos brillaron.

—Carlos… es hermoso.

Él sonrió, aliviado.

—Es solo un detalle, pero significa mucho para mí.

Ella lo miró, con las mejillas encendidas.

—Para mí también.

🌸 El momento

Se sentaron juntos en un banco, y Hengely jugaba con el llavero entre los dedos, sonriendo cada vez que veía las iniciales.

Carlos la observaba, con esa calma que lo caracterizaba.

—¿Sabés? —dijo él, bajito—. Me gusta pensar que este es el primer recuerdo de nosotros como novios.

Hengely lo miró, con el corazón latiendo rápido.

—Entonces lo voy a guardar siempre.

Carlos se inclinó un poco, nervioso, y le dio un beso corto en la mejilla.

Ella se sonrojó aún más, pero no se apartó.

🌌 El rato juntos

El resto del recreo lo pasaron hablando de cosas simples: las clases, los planes para el fin de semana, y hasta de cómo Michelle parecía más feliz desde que estaba con Camilo.

Pero cada palabra estaba acompañada de miradas largas y sonrisas tímidas, como si todo lo que dijeran tuviera un significado nuevo.

Cuando sonó el timbre, Carlos le tomó la mano.

—Nos vemos después.

Hengely asintió, guardando el llavero en su bolsillo.

—Sí… y gracias por el detalle.

Se despidieron con otro abrazo, y ella se quedó pensando que ese pequeño corazón era el inicio de algo grande.

💖 Perspectiva de Michelle y Camilo: "Entre bromas y miradas"

Michelle salió al patio buscando un lugar tranquilo.

De pronto lo vio: Camilo estaba sentado en un banco, con la mochila a un lado y una sonrisa traviesa en el rostro.

—¡Michelle! —dijo, levantándose rápido—. Justo estaba pensando en vos… aunque no tanto como en la comida de la cafetería.

Ella se rió, negando con la cabeza.

—Siempre tenés que hacer un chiste.

—Obvio —respondió él, con tono burlón—. Si no, ¿cómo te hago sonreír?

Michelle se sonrojó, pero no lo negó.

—Bueno… funciona.

🎁 El detalle bromista

Camilo sacó de su bolsillo un pequeño paquete de caramelos.

—Mirá, traje estos para vos. Son de fresa, porque sé que te gustan.

Michelle lo tomó, sorprendida.

—¿En serio te acordaste?

—Claro. Aunque si no te gustan, me los como yo. —hizo un gesto exagerado de abrir el paquete y meterse todos a la boca.

Michelle lo empujó suavemente, riendo.

—¡Camilo! Sos insoportable.

—Insoportablemente encantador —corrigió él, guiñándole un ojo.

Ella bajó la mirada, sonrojada, mientras jugaba con el paquete de caramelos.

—Gracias… de verdad.

🌸 El momento

Se sentaron juntos en el banco, compartiendo los caramelos.

Camilo, entre broma y broma, la miraba más de lo que hablaba.

—¿Sabés? —dijo de repente, con tono más serio—. Me gusta estar contigo. Aunque sea solo un rato en el recreo, me hace feliz.

Michelle lo miró, con el corazón latiendo rápido.

—A mí también… me gusta.

Camilo sonrió, pero enseguida volvió a su estilo bromista.

—Entonces estamos condenados a ser… los más dulces del colegio. —levantó el paquete de caramelos como si fuera un trofeo.

Michelle se rió, y en ese instante entendió que detrás de cada broma había algo real: él la estaba cuidando, haciéndola sentir especial sin ponerse demasiado serio.

🎬 Cierre de la escena

Cuando sonó el timbre, Camilo se levantó y le tendió la mano.

—Nos vemos después, ¿sí?

Michelle la tomó, tímida pero feliz.

—Sí… claro.

Él la soltó despacio, y antes de irse, lanzó otra broma:

—Pero no te comas todos los caramelos sin mí. Eso sería traición.

Michelle se quedó riendo, mirando la pulsera de dulces en su mano, pensando que aunque todavía no fueran novios, el amor ya estaba empezando a crecer entre ellos… entre bromas y miradas.

📖 "Nicole en el Aula"

Nicole llegó al aula de 2do C con Alex a su lado.

Él la llevaba con el brazo sostenido, como si fuera un gesto natural de cuidado.

Al entrar, todos se quedaron mirando.

Los chicos se sorprendieron al reconocerlo: el base del equipo de básquet.

Las chicas, en cambio, se llenaron de envidia al ver que era el novio de Nicole.

Nicole, con una sonrisa tranquila, les dijo:

—Dejen de mirarlo celosas, que es mío.

Alex, divertido, agregó en tono de broma:

—Hagan lo que ella diga.

Las risas se mezclaron con los murmullos, y Alex se inclinó hacia Nicole para darle un beso rápido en la frente.

—Nos vemos después, mi amor.

Se despidió y se fue hacia su aula, dejando a todos con la boca abierta.

📚 Nicole en clase

Nicole se acomodó en su asiento, tranquila.

Sacó su cuaderno y comenzó a escribir, disfrutando de la calma después de la pequeña escena.

El murmullo de los demás ya no le importaba: estaba feliz.

👭 Chismes de amigas

Al rato, Hengely y Michelle se acercaron y se sentaron a su lado.

—¡Nicole! —dijo Hengely, bajando la voz—. ¿Viste el desastre que hizo la profe en la pizarra? Parece jeroglífico.

Michelle se rió.

—Y viste a la nueva del curso… ya anda con tres carpetas como si fuera la presidenta de la clase.

Nicole las miró, divertida.

—Ustedes siempre encuentran drama donde no hay.

—Es que es más divertido así —respondió Michelle, guiñando un ojo.

—Además, ¿qué otra cosa vamos a hacer en clase?

Las tres se rieron bajito, compartiendo chismes de chicas:

Que si alguien se pintó el cabello mal.Que si otra se copió el mismo bolso que Michelle.Que si el profe de matemáticas siempre trae la misma corbata torcida.

Nicole se relajó, disfrutando de ese momento simple.

No hablaban de novios ni de problemas, solo de cosas cotidianas que las hacían sentir unidas.

Mientras el profesor seguía con la clase, Nicole pensó que, aunque todos la miraran por estar con Alex, lo que más la hacía feliz era tener a sus amigas cerca, riendo y chismeando como siempre.

🏀 Perspectiva de Alex: "Orgullo en silencio"

Alex entró a su aula después de dejar a Nicole en la suya.

Se sentó en su pupitre, sacó el cuaderno y miró por la ventana unos segundos.

Aunque intentaba concentrarse en la clase, su mente seguía en el pasillo donde la había acompañado.

—Ey, hermano —dijo Leo, sentándose a su lado—. Vi cómo todos se quedaron mirando cuando entraste con Nicole.

Alex sonrió, bajando la mirada.

—Sí… fue raro. Los chicos sorprendidos, las chicas celosas.

Leo se rió.

—Obvio, sos el base del equipo de básquet y encima estás con ella. Es como juntar dos cosas que todos quieren.

Alex se recostó en la silla, pensativo.

—No me importa lo que piensen. Lo único que me importa es que Nicole esté feliz conmigo.

Leo lo miró con complicidad.

—Se notó. Ella estaba tranquila, segura. Eso es porque vos la hacés sentir así.

Alex sonrió, con un brillo en los ojos.

—Estoy orgulloso de que sea mi novia. No necesito que nadie lo entienda, con que ella lo sepa me basta.

Leo lo golpeó suavemente en el hombro.

—Eso es lo que hace grande a un jugador y a un novio: saber cuidar lo que importa.

Alex lo miró, divertido.

—¿Desde cuándo sos tan filósofo?

—Desde que vi tu cara cuando la acompañaste. Parecías más feliz que cuando metés un triple.

Alex rió bajito, pero en su interior sabía que Leo tenía razón.

Nicole era su mayor victoria, y no había marcador que pudiera medirlo.

🌆 "El mensaje inesperado"

La campana del colegio sonó y los estudiantes comenzaron a salir en grupos.

Nicole caminaba despacio junto a Alex, con su brazo sostenido en el de él.

El sol de la tarde iluminaba las calles, y las risas de los demás se mezclaban con el murmullo de la ciudad.

—¿Te acompaño hasta tu casa? —preguntó Alex, mirándola con ternura.

—Claro —respondió Nicole, sonrojada.

Caminaron juntos, hablando de cosas simples: las clases, los profesores, y hasta de cómo Dan siempre encontraba la forma de meterse en problemas.

Nicole se sentía tranquila, como si cada paso al lado de Alex fuera más ligero.

Al llegar a la puerta de su casa, se detuvo.

—Gracias por traerme.

Alex le dio un beso rápido en la frente.

—Nos vemos luego, mi amor.

Nicole lo miró mientras se alejaba, con el corazón latiendo más rápido de lo normal.

🏠 En casa

Ya dentro, Nicole subió a su cuarto.

Se cambió la ropa del colegio por algo más cómodo: un short suave y una camiseta holgada.

Se tiró sobre la cama, con el cabello suelto y Conejín a su lado.

Tenía planes de salir a tomar algo con sus amigas, pero justo en ese momento su celular vibró.

📱 Mensaje de Alex:

"¿Estás ocupada? Quiero hablar contigo."

Nicole suspiró, sonrió y decidió quedarse.

Se acomodó entre las almohadas, como solo una chica sabe hacerlo, con las piernas cruzadas y el celular en mano.

—Hola —escribió.

—Hola, mi amor —respondió Alex enseguida.

💬 La charla

Hablaron de cosas simples al principio: cómo había estado la clase, lo que pensaban hacer el fin de semana.

Hasta que Alex soltó algo inesperado:

—La próxima semana hay un pequeño baile en la noche… y todavía no sé a quién invitar.

Nicole abrió los ojos, sorprendida.

—¿Cómo que no sabés?

Alex dejó pasar unos segundos antes de responder.

—Bueno… capaz invite a alguien que me haga reír mucho.

Nicole infló los cachetes, ofendida.

—¡Alex! ¿Me estás diciendo que no me vas a invitar?

Él se rió, disfrutando de verla enojada.

—Obvio que te voy a invitar. Solo quería hacerte enojar un poquito.

Nicole se tapó la cara con la almohada, riendo y molesta al mismo tiempo.

—Sos insoportable.

—Pero sos mi insoportable favorita —respondió él, con un emoji de corazón.

Nicole sonrió, bajando la mirada.

—Entonces… sí voy contigo al baile.

—Perfecto —escribió Alex—. Va a ser nuestra noche.

Nicole apagó la pantalla del celular y se quedó abrazada a Conejín, con una sonrisa suave.

El enojo ya se había convertido en ilusión.

El baile estaba cerca, y aunque Alex la había provocado, sabía que esa noche sería especial.

"Fin del Capítulo 30-T2E6"

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