"Todos, saquen sus libros de texto."
Iruka subió al podio y recorrió el aula con la mirada antes de hablar:
"Hoy continuaremos con la historia de Konoha."
El murmullo cesó de inmediato. Solo se escuchó el sonido de las páginas al pasar, creando una atmósfera ordenada y expectante.
"La última vez mencionamos que, durante un periodo crítico para la aldea de Konoha, el señor Sarutobi Hiruzen asumió oficialmente el cargo de Hokage."
Iruka hablaba con un tono solemne, como si él mismo hubiera sido testigo de aquellos acontecimientos.
"Es experto en prácticamente todo el ninjutsu de Konoha y fue el maestro de poderosos ninjas como los legendarios Sannin. Bajo su liderazgo, la aldea prosperó y fue reconocido como el Hokage más fuerte…"
"¡El abuelo de la tercera generación es increíble!", exclamó Naruto sin poder ocultar su admiración, con los ojos brillantes.
Shima, por su parte, no pudo evitar poner los ojos en blanco y pensar con ironía:
'Claro que sí… el Hokage más fuerte. ¿Y cuándo hablarán de Hashirama y de su hermano Tobirama?'
Al finalizar la clase de la mañana, Shima se preparaba para acercarse a Naruto y recordarle que ese día lo presentaría a su futuro maestro de taijutsu, cuando una figura delicada apareció de pronto frente a Naruto.
"Naruto-kun… lo hice yo misma."
Sakura sostuvo la lonchera con ambas manos y habló con una mezcla de timidez y expectativa.
Naruto, visiblemente emocionado, abrió la caja de inmediato.
"¡Gracias!"
Tomó un bocado de la albóndiga y sus ojos se iluminaron.
"¡Está delicioso!"
"Naruto-kun, después te ayudaré a lavar la lonchera", dijo Sakura con una sonrisa suave.
"¡Muchas gracias, Sakura-chan!", respondió Naruto, sonriendo de oreja a oreja.
"Está bien", respondió ella, riendo ligeramente.
Shima tomó su propia lonchera y se levantó.
Decidió salir del aula para darles algo de espacio a los dos.
Hinata y Chino lo siguieron casi de inmediato.
Antes de irse por completo, Shima se giró hacia Naruto y dijo:
"Naruto, espérame después de clases."
"¡DE ACUERDO!", respondió Naruto con la boca llena, sin dejar de comer.
…
Finalmente llegó la clase más esperada por la mayoría de los estudiantes: el lanzamiento de herramientas ninja.
Especialmente para Sasuke.
Iruka aplaudió para llamar la atención.
"El lanzamiento de kunai es una habilidad básica que todo ninja debe dominar."
Metió la mano en una bolsa y sacó un kunai.
"Primero, les mostraré dos formas básicas de lanzamiento."
Con un movimiento limpio, lanzó el kunai. Este atravesó el aire y se clavó con precisión en el centro del blanco, a diez metros de distancia.
Iruka sonrió, sacó dos kunais más y mostró el segundo método: los lanzó en rápida sucesión, uno desde la izquierda y otro desde la derecha. Ambos impactaron el objetivo, uno por delante y otro por detrás, formando una cruz perfecta.
"¡Guau!"
Algunos estudiantes no pudieron contenerse.
"¡Sensei, eso fue increíble!"
Iruka asintió con modestia y se hizo a un lado.
Sasuke curvó levemente los labios.
'¿Eso es todo?', pensó con desdén. 'No se compara en absoluto con mi hermano Itachi.'
"Todos pasen uno por uno, en orden."
Shima no pudo evitar recordar un chiste de su vida pasada: en el mundo de Naruto, los kunai casi nunca alcanzaban al enemigo.
Por esa razón, rara vez usaba herramientas ninja. No confiaba demasiado en ellas.
"¡Ah! ¡Sasuke-kun!"
El grito de Ino lo sacó de sus pensamientos.
Ino se arremangó, dejando al descubierto un brazo esbelto y claro, y animó con entusiasmo:
"¡Vamos, Sasuke-kun!"
Sasuke replicó el primer lanzamiento de Iruka con precisión impecable.
Pero no se detuvo ahí.
Miró de reojo a Shima, levantó las manos… y los dos kunais que se habían clavado en el blanco regresaron volando a sus manos.
Los guardó con naturalidad en su bolsa de herramientas ninja y se retiró del campo como si nada.
Los vítores y gritos aumentaron de inmediato.
Naruto avanzó con una expresión llena de confianza.
Tomó un kunai y lo lanzó con todas sus fuerzas.
El silencio cayó sobre el lugar.
No había ningún kunai en el objetivo.
"Naruto, baja", dijo Iruka sin mostrar sorpresa.
Ino, Chino, Hinata y otros estudiantes completaron la tarea sin mayores problemas.
Incluso Shima lo hizo bastante bien, aunque quedó ligeramente por debajo del nivel de Sasuke.
Eso fue suficiente para que Uchiha Sasuke lo mirara con interés durante el resto de la clase, con los ojos brillando de competitividad.