Cherreads

Chapter 4 - Cap3/Secretos y Sistema

4. La Reacción de Óscar al Final (El Helicóptero)

El final es potente: el helicóptero es un gran cierre para el capítulo. La reacción de Óscar al verlo está muy bien lograda:

—…puta madre. Con razón el cabrón de la cueva se escondió aquí.

Es conciso, oscuro y establece inmediatamente la conexión entre el cadáver, la cueva y la masacre. ¡Excelente!

Texto Final (Con las sugerencias incorporadas)

Aquí tienes una versión con los cambios sugeridos para que veas cómo queda el flujo:

El sol ya había subido bastante, filtrándose a pedazos entre las copas de los árboles. El claro que habían encontrado estaba lleno de ruido: golpes de hacha, voces discutiendo, madera que crujía. A Oscar le empezó a dar vueltas la cabeza.

—Necesito aire —pensó. Y sin decir nada, agarró el arco y algunas flechas mal hechas, echó su mochila al hombro y se metió en el bosque.

Al principio caminó tranquilo, siguiendo huellas de algún animal chico. "Un conejo, un pájaro gordo… lo que sea", murmuró. Pero sin darse cuenta, había avanzado demasiado. Las voces del campamento ya no se oían.

Se agachó, revisando unas marcas en el suelo húmedo.

—Esto parece fresco… —dijo en voz baja, acomodando una flecha en el arco.

Dio un par de pasos más, el suelo cedió bajo sus botas y todo se vino abajo.

—¡La puta madre!

Cayó rodando entre tierra suelta y piedras, hasta que su cuerpo golpeó contra algo duro. Tosió, escupiendo polvo, con el corazón acelerado. Cuando alzó la vista, vio que estaba en una cueva oscura, con apenas luz colándose por la grieta por donde había entrado.

El aire dentro de la cueva estaba cargado de humedad, frío y ese olor metálico a sangre vieja. Óscar apuntó la linterna y vio al hombre encajado en un nicho rocoso: ropa civil rota por debajo de un chaleco gris oscuro, botas tácticas, guantes con refuerzos. No parecía un simple sobreviviente.

El detalle lo atrapó de inmediato: un brazalete metálico en la muñeca, emitiendo un parpadeo verde amarillento.

Se acercó y al tocarlo, la luz explotó en un holograma naranja que iluminó toda la cueva.

📢 ISAC: "Coincidencia biométrica fallida. Protocolo de respaldo activado. Acceso de emergencia: autorizado. Agente Sustituto detectado."

Oscar retrocedió instintivamente, el arco aún en mano, pero el holograma siguió hablándole, proyectando iconos y diagramas.

📢 ISAC: "Soy ISAC, Inteligencia de Soporte al Agente en Crisis. El Agente designado 'Whisper' está muerto. Usted ha sido vinculado como Agente Proxy. Objetivo actual: Supervivencia, recuperación de datos y mantenimiento del protocolo SHD."

La interfaz cambió, desplegando un perfil básico.

📊 ESTADO DE AGENTE – PROXY: OSCAR GALLARDO

Nivel: 1

Salud: 480 / 525

Energía: 440 / 460

Atributos:

Fuerza: 12 (cargar, cortar, trepar)

Agilidad: 14 (movimientos rápidos, esquiva, caza)

Destreza: 15 (puntería con arco, manejo de herramientas)

Intelecto: 11 (improvisación, crafteo, memoria práctica)

Resistencia: 13 (soportar dolor, caminatas, trabajos duros)

Habilidades desbloqueadas:

[Pulso Táctico – Tier 1]: revela amenazas y recursos cercanos (Cooldown: 15 min).

[Gestión de Inventario]: mochila vinculada al reloj, reducción de peso en un 40%.

El holograma mostró un menú con ítems flotando en 3D: el arco compuesto recién tomado, el hacha táctica, la mochila, las cuerdas y provisiones.

📢 ISAC: "Todos los recursos ahora se clasifican por Tiers."

📦 Sistema de Loot – Clasificación por Tiers:

Tier 1: materiales básicos (madera, piedra, comida enlatada, cuerda, medicina rudimentaria).

Tier 2: equipo avanzado (armas modernas, componentes electrónicos, piezas tácticas).

Tier 3: prototipos, módulos SHD, tecnología experimental.

"Tier indica valor, rareza y durabilidad. Combine materiales para craftear mejoras. Su refugio actual puede convertirse en una fortaleza si optimiza recursos."

El holograma cambió de nuevo, proyectando siluetas: Oscar, Yumi, y el resto del grupo, con barras grises sobre sus cabezas.

📢 ISAC: "Estadísticas de aliados pueden mejorar mediante descanso, combate y exploración. Sus acciones determinan su progresión. El líder natural es usted, Proxy."

De pronto, un zumbido retumbó en los pasillos de la cueva. Algo se movía entre las rocas.

📢 ISAC: "Alerta. Hostiles detectados. Recomendación: evacúe inmediatamente. El ruido de activación atrajo criaturas."

El holograma se apagó de golpe, dejando solo el icono naranja del reloj titilando en su muñeca.

Oscar apretó el arco compuesto y respiró hondo.

—Chingada madre… ahora sí me metí en pedos.

El eco en la cueva se volvió irregular. No era el viento. Eran pasos… y no humanos normales. Rasguños en la roca, respiraciones entrecortadas, gruñidos bajos.

Óscar alzó la linterna: en la penumbra, tres figuras huesudas emergieron, con piel grisácea pegada al hueso, ojos apagados y movimientos animales. Caminaban a cuatro patas como perros, pero eran demasiado largos, demasiado humanos en los brazos.

El reloj en su muñeca vibró y proyectó un cono naranja sobre la piedra.

📢 ISAC: "[Pulso Táctico activado]."

De inmediato, siluetas rojas se iluminaron en el HUD holográfico: tres hostiles, distancias exactas, trayectorias de movimiento. Incluso mostraba puntos débiles parpadeando en los cuellos y rodillas.

Óscar tragó saliva.

—Puta madre… no son ni personas ya.

Uno de los caníbales gruñó, la mandíbula colgando torcida, y arañó el suelo antes de lanzarse en dirección a él.

El arco compuesto en sus manos se sentía mucho más sólido que el tosco que había usado hasta ahora. Tensó la cuerda, el nuevo sistema de poleas zumbó apenas audible, y soltó.

La flecha silbó y se incrustó justo en el ojo del primero, que cayó dando un espasmo.

📢 ISAC: "[Hostil eliminado. +15 XP. Loot Tier 1 disponible.]"

Los otros dos gruñeron con furia animal y aceleraron, trepando por la pared como arañas deformes.

Óscar retrocedió, sacando el hacha táctica que colgaba de su cinturón. El metal relució naranja por el reflejo del HUD.

El segundo saltó hacia él. Óscar giró el torso y descargó el filo en seco contra su clavícula. El sonido de hueso quebrándose rebotó en la cueva. La criatura chilló, un grito que parecía mezcla de niño y animal herido.

El tercero aprovechó el hueco y lo embistió, tirándolo contra la roca. Las garras sucias arañaron su chaqueta, y el aliento fétido de carne podrida le dio directo en la cara.

Óscar, sin pensarlo, hundió la navaja militar que tenía en la pierna, directo en el cuello blando del caníbal. La sangre caliente le salpicó la mano.

Quedó jadeando, los tres cuerpos convulsionando en el suelo.

📢 ISAC: "[Amenaza neutralizada. Hostiles eliminados: 3. Experiencia total: +45 XP. Loot disponible.]"

El reloj proyectó tres íconos flotantes sobre los cadáveres:

Tier 1: Restos óseos

Peligroso: Carne contaminada (No consumir)

Tier 1: Garras/colgantes (Recurso de crafteo)

Óscar escupió al suelo, limpiándose la mano en la camisa.

—Ok… cálmate, cabrón… respira.

Se agachó sobre uno de los cuerpos, la linterna colgando de su mochila iluminaba lo suficiente. No quería, pero al final extendió la mano y empezó a revisar.

📢 ISAC: "[Escaneo de recursos…]"

Sobre el cadáver apareció un holograma con tres ítems:

Tier 0: Huesos sucios (Basura reciclable)

Tier 1: Garras (Recurso de crafteo)

Riesgo Biológico: Carne contaminada (No apta)

Óscar arqueó la ceja.

—¿Hasta la mierda me lo cuentas? Bien.

Del segundo cuerpo:

Tier 0: Tela rasgada (Basura)

Tier 1: Diente humano afilado (Componente)

Tier 1: Colgante tribal (Loot extraño)

Y del tercero:

Tier 0: Metal oxidado (Basura reciclable)

Tier 1: Uña larga (Recurso de crafteo)

Tier 2: Fragmento de polímero militar (Pieza de arma)

📢 ISAC: "[Loot almacenado en Inventario. El material Tier 0 puede reciclarse en Créditos SHD. Créditos permiten acceder a la Tienda de Suministros. La Tienda está bloqueada hasta alcanzar un Punto Seguro.]"

—¿Tienda? ¿Punto seguro? —murmuró, alzando la ceja—. Claro, estoy en un puto Oxxo, ¿no?

El holograma desapareció, dejando solo el mapa mínimo de la cueva. Una flecha naranja señalaba un camino estrecho entre dos rocas.

📢 ISAC: "[Ruta de salida identificada. Distancia: 84 metros.]"

Óscar recogió el arco compuesto y el hacha táctica, apretó la linterna en la mano y empezó a caminar, con el corazón bombeando todavía por la pelea. Cada paso crujía contra la piedra mojada.

Óscar no podía dejar de pensar: si había criaturas así aquí abajo, ¿qué más carajos había en esa isla?

Óscar siguió el camino que el reloj le marcaba, la linterna apenas iluminando más allá de dos metros. El aire era pesado, húmedo, y cada tanto escuchaba gotas cayendo desde arriba.

En una curva de la cueva, la luz rebotó contra algo que no era roca. Se detuvo.

—¿Qué chingados…?

Eran cajas. Varias. Plástico duro, algunas de madera con cierres oxidados. Todas apiladas como si alguien las hubiera dejado ahí hace tiempo.

Se acercó, dejó la mochila en el suelo y forzó la tapa de la primera con el hacha táctica. El golpe retumbó en toda la cueva.

📢 ISAC: "[Contenedor identificado. Escaneo en curso…]"

La caja se abrió y el holograma marcó:

Tier 1: Barras energéticas x3 (Provisión básica)

Tier 1: Botiquín parcial (Medicina)

Tier 2: Caja de balas 9mm (20) (Munición)

Óscar sonrió por primera vez desde que cayó.

—Al fin, algo que sirve.

Pasó a la segunda caja, de madera. Dentro encontró bolsas selladas y frascos.

📢 ISAC:

Tier 0: Lata de comida caducada (Basura, reciclable)

Tier 1: Bebidas energéticas x2 (Provisión)

Tier 2: Cargador estándar 9mm (Componente arma)

—Ok… —metió las cosas en la mochila—. Esto ya me empieza a gustar.

En la tercera caja, más pesada, había algo envuelto en plástico negro. Lo cortó con la navaja.

📢 ISAC:

Tier 2: Rodilleras tácticas dañadas (Blindaje parcial, +3 Defensa si se repara)

Tier 1: Pilas x4 (Energía)

Tier 0: Metal corroído (Basura reciclable)

Óscar chasqueó la lengua.

—Blindaje roto… pues mejor que nada.

Se lo colgó en la mochila. Ya sentía el peso, pero el reloj vibró.

📢 ISAC: "[Interfaz de mochila vinculada. Activado: Compensación de Peso. Inventario expandido.]"

—¿Compensación de peso? —rió incrédulo—. Cabrón… esto sí es ciencia ficción.

Antes de irse, pateó una última caja más chica. Dentro encontró un maletín metálico con el logo de SHD. Estaba cerrado, con luces apagadas.

📢 ISAC: "[Objeto bloqueado. Clasificación: Tier 3. Requiere Módulo de Desbloqueo para acceso.]"

Óscar lo sostuvo en la mano, el metal frío y pesado.

—Genial. Una caja fuerte portátil y yo sin la pinche llave.

Lo guardó igual. Luego respiró hondo, colgó el arco en el hombro y se encaminó hacia el túnel de salida

El túnel se abrió poco a poco. El aire cambió: ya no olía a humedad encerrada sino a metal quemado y carne vieja. Óscar apagó un segundo la linterna y vio una luz gris filtrarse desde la salida.

Aceleró el paso.

Cuando emergió, la escena lo dejó helado: un helicóptero militar estrellado contra unas rocas, partido en dos, con la cola retorcida hacia el cielo. Alrededor, cuerpos regados. Algunos en uniforme táctico, otros en ropa común, como si los hubieran mezclado en el mismo vuelo. Todos llevaban mucho tiempo muertos.

—…puta madre. Con razón el cabrón de la cueva se escondió aquí.

Se agachó junto al primero: un soldado con chaleco rajado y casco abollado. Le revisó los bolsillos.

📢 ISAC:

Tier 1: Vendas x2 (Medicina)

Tier 0: Radio dañada (Basura reciclable)

—Bueno, mínimo sirve para curar.

El siguiente cuerpo era un civil, con la mochila reventada. Entre las cosas chamuscadas encontró:

📢 ISAC:

Tier 2: Cartuchera táctica (Accesorio, +1 espacio rápido)

Tier 1: Lata de comida militar (Provisión)

Óscar la agarró y la guardó sin dudar.

Cerca de la cabina del helicóptero había dos agentes caídos. Uno todavía tenía el rifle en la mano, pero el cañón estaba doblado. Revisó las bolsas de la pechera:

📢 ISAC:

Tier 2: Caja de balas 5.56mm (30) (Munición)

Tier 0: Placa blindaje rota (Chatarra, reciclable)

—Arma inservible… pero municiones sí. Va.

Se trepó con cuidado al fuselaje destrozado. Dentro, los asientos estaban chamuscados, y había cajas metálicas esparcidas. Una en particular todavía tenía el logo SHD marcado, aunque el panel estaba apagado.

Lo tocó. El reloj vibró.

📢 ISAC: "[Objeto detectado: Contenedor SHD – Clasificación Tier 3. Bloqueado. Requiere módulo especial para apertura.]"

—Ya chingué otra vez con una caja cerrada… —la guardó—. Ni modo, para después.

Antes de bajar, encontró un botiquín completo sujeto bajo un asiento. Lo arrancó de un tirón.

📢 ISAC:

Tier 2: Botiquín médico completo (Medicina)

—Eso sí me gusta.

Oscar salió del helicóptero, ajustándose la mochila. El sol débil iluminaba el desastre, y por un segundo pensó que ese lugar había sido la última parada de un grupo que nunca tuvo chance.

El reloj volvió a vibrar.

📢 ISAC: "[Zona registrada: Punto de impacto aéreo. Recursos saqueados. Recomendación: abandonar área – firma de actividad hostil detectada.]"

Óscar suspiró, escupió a un costado y se acomodó el hacha en la mano.

—Pues vámonos antes de que aparezcan los chingados de cuatro patas otra vez.

Punto de vista de los demás

El claro era un campo de batalla de troncos y escombros, y el sol filtrado marcaba el aire denso y polvoriento. El ruido constante de las hachas era menos molesto que la discusión que se cocinaba bajo la sombra.

Marcus, con su imponente físico y un rostro agotado, dejó caer un tronco con un golpe sordo.

—I said we need to clear the perimeter! —dijo, usando el tono de autoridad que había adoptado desde el choque—. ¡Limpiar! No acumular. Estamos perdiendo horas.

—¡No entendemos el plan, Marcus! —gritó Benito, levantando las manos en señal de frustración—. Óscar dijo que necesitábamos madera, mucha. Y ahora no está. Estamos haciendo el triple de trabajo que se necesita.

—We need espacio para ver si algo viene —replicó Marcus.

Chuy (Jesús), el mexicano de bigote recortado, se acercó para mediar, traduciendo y suavizando el golpe.

—Dice que necesitamos ver si se acerca algo, Benito. Estamos muy metidos en el monte, no hay visibilidad.

—Pero no podemos estar a la vista de todo el mundo —intervino Rafael, el brasileño, moviendo las manos con exasperación—. Precisamos fortificar. Esto… esto está muy aberto. Demasiado.

—Fortificar después, Rafael —intentó explicar Chuy—. Lo primero es ver.

—Eu não entendo! —protestó Rafael, volviendo a su lengua materna y señalando los árboles con el ceño fruncido—. Se alguém vier, não teremos tempo de nos esconder!

(Subtítulo: ¡No entiendo! Si alguien viene, no tendremos tiempo de escondernos!)

—¡Ah, ya, otra vez en brasileño! —gritó Benito—. ¡Nadie te entiende, carajo!

Marcus golpeó un tronco con el puño, harto del caos comunicacional.

—Enough! Chuy, diles que se calmen y que sigan las instrucciones.

Mientras la discusión giraba en círculos, Yumi se movía en silencio. Había estado recogiendo las astillas más finas que servirían para encender la fogata de la noche. Su mente, habituada a un ritmo distinto, procesaba la información en japonés.

Se acercó a la zona de herramientas y recogió el hacha que Marcus había tirado. No era la suya, pero la sostenía con la destreza de alguien que lo ha hecho antes.

Sin mirar a nadie, se dirigió a un tocón grande. El resto del grupo se calló, observándola, atraídos por su calma contrastante. Yumi alzó el hacha, la luz atrapando el filo, y la descargó con una fuerza sorprendente para su tamaño.

¡KRAK!

El golpe dividió el tocón limpiamente. Ella se enderezó.

—Ganbare, minna-san —murmuró Yumi, un suave aliento de aliento.

(Subtítulo: ¡Esfuércense, todos!)

Luego miró a Benito directamente y le soltó una frase que había escuchado a Óscar y que había memorizado por su contundencia.

—¡No estés chingando! —dijo Yumi, con un acento japonés perfecto en la frase mexicana.

Benito se quedó congelado.

Yumi regresó por sus astillas, su cara impasible. Dejó un pequeño manojo junto a la base de la fogata. Luego se quedó mirando el punto exacto por donde Óscar se había metido en la maleza.

Marcus se acercó a ella, su tono más suave.

—Arigatou… gracias.

Yumi se encogió de hombros, sin saber si le había entendido el cumplido. Se limitó a asentir con un gesto breve, volviendo la mirada al bosque.

—Aitsu wa doko ni iru no ka… —murmuró para sí misma.

(Subtítulo: ¿Dónde estará ese tipo?)

Sabía que, sin Óscar, el caos y la falta de comprensión solo se harían más grandes. Y, egoístamente, sentía su ausencia como una presión física en el pecho.

«Si no vuelves con ese puto conejo... te voy a matar», pensó, sonriendo para sí misma con una intensidad que nadie más vio.

Óscar emergió del espeso muro de vegetación. Su camisa tenía la manga izquierda desgarrada en el hombro, con un pequeño rasguño rojo debajo, el único testimonio de la brutal pelea en la cueva. Su rostro, sin embargo, solo mostraba el cansancio concentrado de un cazador.

El sol iluminó el arco compuesto moderno (el de la imagen), oscuro y elegante, con sus poleas mecánicas. Era un arma silenciosa y precisa, a años luz de las toscas varas que habían fabricado.

Pero lo que realmente paralizó el trabajo en el campamento fue el venado que arrastraba. Enganchado a una soga de paracaídas, venía un venado adulto de unos cincuenta kilos, su pelaje color café oscuro manchado de rojo en la garganta por la flecha quirúrgica que lo había abatido.

—¡Caralho! —exclamó Rafael, dejando caer su hacha—. É um monstro! De onde você tirou isso?!

(Subtítulo: ¡Carajo! ¡Es un monstruo! ¿De dónde sacaste esto?!)

—Encontrei-o perto de um riacho, Rafael. Não se preocupe, não foi fácil. Está fresco —dijo Óscar en portugués.

Marcus se adelantó, sus ojos fijos en el venado.

—What the hell, Óscar? We thought you were gone. And where did you get that bow? That's not the junk you made.

—Una larga historia —dijo Óscar en inglés, señalando el arco compuesto—. Conseguí un upgrade. Y sí, la hice enojar.

—Upgrade? ¿De dónde chingados sacaste un arco así? —preguntó Chuy.

—La pregunta importante, güey, es... ¿y lo demás? —Benito se acercó, señalando la espalda de Óscar y el rasguño apenas visible—. ¿Qué te pasó en el brazo? ¿Y qué son todos esos paquetes?

Óscar se tocó la manga rota.

—Un arbusto molesto. Y esto... —sacó el hacha táctica reluciente—. Me caí. Encontré un agujero. Y en ese agujero… encontré un helicóptero estrellado.

Yumi fue la primera en moverse. Se acercó a Óscar, no para ver el venado, sino para examinar el arco y su brazo.

—Kono yari wa anata no ja nai. Kizu mo aru. —murmuró, examinando el rasguño con el ceño fruncido.

(Subtítulo: Esta flecha no es tuya. También tienes una herida.)

—Daijōbu da, yumi. —dijo Óscar, usando japonés para tranquilizarla, su voz baja y uniforme—. Mō kowarete shimatta yo. Kocchi ga yori tsuyoi.

(Subtítulo: Estoy bien, Yumi. El otro ya estaba roto. Este es más fuerte.)

La breve interacción en japonés terminó, pero Yumi se quedó un momento, su mirada fija en el brazalete metálico en la muñeca de Óscar. Estaba apagado, pero ella notó su extraña modernidad.

—Óscar, explícate —dijo Marcus, su voz tensa.

Óscar se quitó la mochila y la dejó caer.

—Es un lugar sucio, Marcus. Cuerpos viejos y mucho equipo militar, casi todo roto o quemado. Esto es lo que pude rescatar.

—Geu-geoseun mwo-ya? —preguntó la chica coreana, señalando el maletín metálico.

(Subtítulo: ¿Qué es eso?)

—Molla. —respondió Óscar en coreano—. Gungsa jib. Na-do geugeol yeol su-ga eobs-eo.

(Subtítulo: No sé. Caja militar. Ni siquiera yo puedo abrirla.)

—Okay, okay! —Marcus recuperó el aliento—. Óscar, esto cambia todo. ¿Viste a alguien más? ¿O algo?

Óscar miró el venado y luego a los rostros de los sobrevivientes. Sabía que la verdad causaría pánico.

—No vi a nadie vivo. Solo la basura de un accidente viejo. Pero, Marcus, el punto es este: hay equipos, aunque rotos, y hay mucha munición que pude conseguir.

Óscar abrió la mochila. Sacó el botiquín médico completo y las balas.

—Aquí hay medicinas de verdad. Y municiones para el revólver de Chuy. Yumi, ese venado hay que destazarlo ya. Hay que salar la carne y ahumarla. Y Marcus, necesitamos a todos armados y cubiertos antes del anochecer.

More Chapters