(Perspectiva de Nicole)
🌤️ Mañana con nervios
Nicole abrió los ojos despacio.
Se sentía trasnochada.
Pero feliz.
—Hoy tengo una mini cita con Alex —susurró, abrazando la almohada.
Se levantó con lentitud.
Entró al baño.
El agua tibia la ayudó a despertar.
Se peinó con cuidado.
Eligió su ropa con calma.
Nada exagerado.
Solo quería verse bien.
Bajó a la cocina.
Su madre seguía dormida.
Como siempre.
—Bueno... desayuno por mi cuenta otra vez —dijo, mientras servía cereal.
Comió en silencio.
Pensando en Alex.
En lo que le diría.
En cómo actuar.
En no parecer tan nerviosa.
Salió de casa.
El aire fresco le despejó la mente.
Y el corazón le latía más rápido de lo normal.
🌅 Mañana en casa (Perspectiva de Alex)
Alex se despertó con energía.
Mucho mejor que otros días.
Se sentó en la cama, sin saber por qué,
pero lo primero que pensó fue en Nicole.
—¿Por qué pensé en ella tan rápido? —se preguntó, mientras se estiraba.
No le dio muchas vueltas.
Se levantó.
Se bañó.
Se vistió.
Y mientras se ponía los zapatos, volvió a pensar en ella.
—Hoy tengo que hablar con Nicole... —murmuró.
Pero lo ignoró.
Como si no fuera importante.
Aunque sí lo era.
Agarró su mochila.
Y salió rumbo a la escuela.
🌸 Llegada a la escuela (Perspectiva de Nicole)
Nicole entró al colegio con paso tranquilo.
Pero todos la miraban.
Se veía linda.
Aunque Alex siempre decía que ella era así "por defecto".
—Nicole, te ves hermosa hoy —le dijo uno de sus compañeros.
—Gracias —respondió, bajando la mirada.
—Pero deberías dejar de ser tan tímida —agregó otro.
Eso le molestó.
No por lo que dijeron.
Sino por cómo lo dijeron.
Como si su timidez fuera un defecto.
—No necesito cambiar para gustarles —pensó.
Pero no dejó que eso arruinara su día.
📚 En clase
Tocó trabajo en equipo.
Angelina armó grupo con Nicole, sus amigas y Hengely.
—Vamos a hacer esto rápido —dijo Angelina, sacando los materiales.
Mientras trabajaban, comenzaron a contar chistes.
Y chismes.
Y cosas que solo entre chicas se entienden.
Nicole se reía.
Pero también observaba.
Hengely tenía un humor parecido al suyo.
Sarcasmo suave.
Risas sinceras.
—Oye, Hengely... creo que me caes bien —dijo Nicole, sonriendo.
—¿Sí? Pues tú también —respondió ella.
Cuando terminaron el trabajo y volvieron a sus puestos, Nicole se acercó.
—¿Quieres ser mi amiga?
—Obvio. Pásame tu número.
Se lo pasaron.
Y sonrieron como si ya fueran amigas de toda la vida.
🍃 Recreo (Perspectiva de Alex)
Alex estaba con sus amigos.
Ellos lo llamaron.
—Ey, Alex, ven a hablar con nosotros —le dijeron.
—Lo siento. Hoy tengo otros planes —respondió él.
—¿Con Nicole? —preguntó uno, con tono molesto.
—Sí —dijo Alex, sin dudar.
—¿Prefieres a esa chica antes que a nosotros?
Alex se detuvo.
Los miró con calma.
Pero con firmeza.
—No es que la prefiera.
Es que hice una promesa.
Y no me gusta romper promesas.
Hubo silencio.
Sus amigos no dijeron nada más.
Alex se dio la vuelta.
Y se fue.
(Perspectiva compartida)
Nicole se quedó sentada esperando en el lugar que Alex le había indicado.
Se le notaba feliz.
Por tener una amiga nueva.
Por tener una cita —aunque fuera solo en el recreo— con ese chico que le había movido el corazón.
Lo vio acercarse.
Y se llenó de alivio.
No la había dejado plantada.
Alex llegó con una sonrisa amable.
—Hola —dijo él.
—Hola —respondió Nicole, con el corazón latiendo rápido.
—¿Te sentás a mi lado?
Alex dudó un segundo.
El banco era pequeño.
Iban a estar muy pegados.
Pero no quería hacerla sentir mal.
—Claro.
Se sentó.
Y sí, estaban cerca.
Muy cerca.
Nicole le preguntó si los medicamentos que le había llevado le habían ayudado.
Alex asintió.
—Sí. Gracias otra vez.
—Bueno, si te volvés a enfermar, arreglate solo —bromeó ella.
Alex se rió.
Nicole también.
Siguieron hablando.
Nicole le contó que Grey se había dormido en clase otra vez, y que Elian había hecho un dibujo de un gato que parecía un zapato.
—¿Un zapato? —preguntó Alex, riéndose.
—Sí. Le puso "Gatito deportivo".
—Es un artista incomprendido.
—¿Y vos? —preguntó ella—. ¿Qué hiciste ayer además de parecer un fantasma?
—Dormí. Pensé.
—¿En qué?
Alex dudó.
Pero respondió.
—En vos.
Nicole se quedó en silencio.
No sabía si reírse, sonrojarse o cambiar de tema.
Así que hizo las tres cosas a la vez.
—¿Y qué pensaste?
—Que sos… diferente.
—¿Diferente cómo?
—No sé. Como si fueras real.
—¿Y los demás no lo son?
—No como vos.
Nicole bajó la mirada.
Jugó con el borde de su manga, nerviosa.
—Gracias por eso —dijo en voz baja.
—¿Por qué?
—Por hacerme sentir que no tengo que fingir.
En medio de la charla, a Nicole se le cayó un arete.
Se agachó a buscarlo.
Cuando lo encontró y se levantó, un mechón de pelo le tapaba la cara.
Alex, sin pensar, se lo apartó con los dedos.
Nicole se sonrojó.
Alex también.
—Perdón… no te pedí permiso —dijo él, nervioso.
—No pasa nada —respondió Nicole, bajando la mirada.
Para calmar la tensión, Alex se levantó.
—¿Vamos a la cafetería?
—Sí —dijo ella, aún con las mejillas rojas.
En la cafetería, Nicole se limitó a mirar los estantes.
No quería que la vieran como glotona.
Decidió no comprar nada.
Alex, sin decir nada, le compró unas chuches.
Y se las dio.
—Para vos.
Nicole se puso nerviosa.
Pero aceptó.
No quería hacerlo sentir mal.
Salieron de la cafetería.
Faltaban diez minutos para que terminara el recreo.
Caminaron por el patio, despacio.
—¿Qué pensaste cuando me viste por primera vez? —preguntó Nicole, sin mirarlo.
Alex sonrió.
—Que te veías tierna. Como un gatito.
Nicole se sonrojó.
Y le dio un empujoncito suave.
—Tonto.
Siguieron charlando.
Riendo.
Mirándose con más confianza que ayer.
Cuando sonó el timbre, Alex la acompañó hasta su aula.
—Gracias —dijo Nicole.
—Sos muy caballeroso.
Alex se sonrojó.
Y se quedó mirándola hasta que entró.
Cuando Nicole llegó a su aula, Alex se despidió con una sonrisa tímida.
Apenas entró, sus amigas soltaron un grito de emoción.
—¡Ya son novios! —dijeron, entre risas y codazos.
Nicole se sonrojó y negó rápido.
—¡No lo somos!
Pero en voz baja, mientras se sentaba, murmuró:
—Aunque… me gustaría.
Durante el almuerzo, Nicole decidió pasar el recreo completo con Hengely.
Quería conocerla mejor.
Se acercó a ella con una sonrisa.
—¿Charlamos en el recreo?
—Claro —respondió Hengely, encantada.
Y así fue.
En el recreo, se sentaron bajo un árbol y hablaron de todo:
de la escuela, de sus familias, de lo que les gustaba y lo que no.
Nicole se reía mucho.
Hengely también.
En medio de la charla, Nicole se animó a confesar:
—Me gusta Alex.
Hengely se quedó pensativa.
—A mí me gusta Shantell.
Nicole la miró con cara de "¿en serio?" y soltó:
—Eso es una perdedera de tiempo.
Ambas rieron.
Justo en ese momento, el celular de Nicole vibró.
Lo sacó del bolsillo.
Era un mensaje de Alex.
Alex:
¿Querés salir conmigo mañana al parque?
Nicole se quedó mirando la pantalla, con los ojos brillando.
Se lo mostró a Hengely como si fuera un trofeo.
—¡Mirá! Me invitó a salir.
Hengely se lo tomó en broma.
—¡Ya están casados!
Nicole se rió, pero por dentro… se sentía flotando.
Al final del día, desde la perspectiva de Alex, todo era distinto.
Se lo notaba más callado, más pensativo.
Un poco sonrojado.
Mientras caminaba a casa, no dejaba de pensar en Nicole.
En cómo se veía cuando se reía.
En cómo lo miraba.
En cómo lo hacía sentir.
Y por fin, lo admitió en su mente:
—Me gusta.
Un poco.
Pero me gusta.
"No sé si esto es amor… pero cuando la veo, todo se vuelve más fácil."