Capitulo 84 – Dia de Descanso 11 (Parte 2)
En una de las mesas del comedor, Courtney y Bridgette compartían una bandeja de fruta, pero sus ojos no estaban en la comida. Estaban fijos en la otra mesa, donde Cody reía con Owen, Noah y Gwen. Él hablaba con las manos, animado, mientras Gwen lo miraba con esa sonrisa tranquila que usaba solo con él.
"Ahí están otra vez," dijo Courtney, sin apartar la vista.
"Como siempre," murmuró Bridgette, apoyando el mentón en la mano. "Tan cerca. Tan... intocables."
"¿Te molesta?" preguntó Courtney, aunque ya sabía la respuesta.
"Solo cuando respiro," dijo Bridgette, con una sonrisa amarga.
Gwen junto a Cody, aprovecho para tomar su mano, entrelazando los dedos.
"Eso es lo que más me molesta," dijo Courtney. "Esa seguridad. Como si ya lo tuviera ganado."
"Tal vez lo tiene," dijo Bridgette, aunque no sonaba convencida.
Courtney la miró. "¿Y tú vas a rendirte?"
Bridgette negó con la cabeza. "No. Pero tampoco voy a hacer una escena."
"Yo no necesito una escena," dijo Courtney. "Solo necesito una oportunidad."
"¿Y cómo piensas conseguirla?" preguntó Bridgette, con una ceja levantada.
Courtney sonrió. "No lo sé. Pero él siempre está haciendo cosas. Si me acerco en el momento justo... tal vez me deje entrar."
"¿Y si lo hace conmigo primero?" dijo Bridgette, sin malicia, pero con firmeza.
"Entonces, igual lo arrebatare" dijo Courtney, su tono era igual de firme.
Bridgette suspiró. "No quiero hacerle daño a Gwen."
"Yo tampoco," dijo Courtney. "Pero no puedo evitar lo que siento."
"Ni yo," dijo Bridgette, mirando cómo Cody se inclinaba hacia Gwen para decirle algo al oído. Ella rió, y él también.
Por un momento, ambas se quedaron en silencio. No había odio entre ellas. Solo una tensión suave, como una cuerda que aún no se ha tensado del todo.
"¿Y si no se puede?" preguntó Bridgette, apenas un susurro.
"Entonces al menos lo intentamos," dijo Courtney. "Pero no me voy a quedar sentada viendo cómo ella se queda con todo."
Bridgette asintió. "Ni yo."
Y aunque no lo sabían, en ese momento, ambas pensaban lo mismo: que tal vez, solo tal vez, Cody no era tan inalcanzable como parecía.
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En uno de los bancos cerca del comedor, Geoff estaba sentado con los codos sobre las rodillas, mirando al suelo como si esperara que las respuestas salieran de entre las piedras. A su lado, DJ comía despacio, sin decir mucho, pero atento.
"¿La viste?" dijo Geoff, sin levantar la cabeza.
"¿Bridgette?" preguntó DJ.
Geoff asintió. "Ni me miró. Entró, se sentó con Courtney, y ni un 'hola'."
DJ masticó con calma. "Tal vez estaba distraída."
"Está siempre distraída," dijo Geoff, con una risa sin alegría. "Pero no con todos. Con Cody sí habla. Con Gwen también. Con Courtney se ríe. Conmigo... nada."
DJ dejó su tenedor en la bandeja. "¿Le dijiste algo últimamente?"
"No," dijo Geoff. "Porque cada vez que lo intento, ella está en otra cosa. O con alguien más. O simplemente no me ve."
DJ lo miró con suavidad. "¿Te gusta mucho?"
Geoff asintió. "Desde el primer día. No por cómo se ve. Bueno, sí, también. Pero es más que eso. Es como... como si ella estuviera hecha de sol y agua. Y yo soy solo arena."
DJ sonrió. "La arena también es parte de la playa."
Geoff lo miró. "¿Y si ella quiere surfear lejos?"
DJ se encogió de hombros. "Entonces esperas la marea. O buscas otra ola."
Geoff suspiró. "No quiero otra ola."
DJ lo dejó en silencio por un momento. Luego habló con calma.
"Tal vez no es que no te vea. Tal vez no sabe que tú quieres que te vea."
Geoff frunció el ceño. "¿Y cómo se hace eso sin parecer desesperado?"
"Si lo haces con el corazón, no se ve desesperado," dijo DJ. "Se ve honesto."
Geoff se quedó en silencio. Miró hacia la mesa donde Bridgette hablaba con Courtney, riendo por algo que no alcanzaba a escuchar.
"¿Y si no puede superar a Cody?" dijo Geoff.
DJ lo miró. "Entonces duele. Pero no te rompe."
Geoff asintió lentamente. "Gracias, bro."
DJ le dio una palmadita en la espalda. "Siempre."
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"No puedo creer que hayamos perdido," dijo Heather, con los brazos cruzados y la mirada fija en su bandeja de desayuno intacta. Su tono era seco, pero la tensión que flotaba en el aire era más fuerte que cualquier grito.
"Estuvimos tan cerca," murmuró Beth, sin atreverse a mirarla directamente mientras picoteaba un trozo de pan sin entusiasmo.
"Cerca no sirve," dijo Heather, sin levantar la vista. "Cerca es para los que se conforman. Yo no vine aquí a conformarme."
"Pero... hicimos lo mejor que pudimos, ¿no?" dijo Lindsay, levantando la vista y jugando con su pajilla torcida.
"¿Lo mejor que pudimos? ¿Eso es lo que vas a decir cuando estemos todas en la ceremonia de eliminación otra vez? 'Lo intentamos, Chris, pero al menos nos divertimos'," dijo Heather, girando lentamente hacia ella con una mirada que cortaba el aire.
"Bueno, no con esas palabras..." dijo Lindsay, encogiéndose en su asiento.
"Escúchenme bien," dijo Heather, inclinándose hacia adelante. "No pienso volver a perder por culpa de la indecisión, la torpeza o la falta de liderazgo. A partir de ahora, vamos a hacer las cosas como yo diga. Sin peros. Sin dudas. ¿Entendido?"
"¿Quieres que... que votemos todo contigo?" dijo Beth, tragando saliva.
"No," dijo Heather, sin rodeos. "Quiero que me obedezcan. No necesito votos. Necesito resultados."
"Pero a veces tus ideas no son tan... amables," dijo Lindsay, frunciendo el ceño.
"¿Y de qué nos ha servido ser amables?" dijo Heather, con una sonrisa que no era amable en absoluto. "¿Nos dio la victoria? ¿Nos salvó de la humillación?"
Beth bajó la mirada. Lindsay no respondió. El silencio entre ellas se volvió más tenso, como si algo invisible las apretara por dentro.
"Esta vez no voy a cubrir errores," dijo Heather, recostándose en su silla con aire satisfecho. "Si alguien se equivoca, se va. Y si no quieren seguirme, pueden ir empacando desde ya."
Beth y Lindsay se miraron brevemente. No dijeron nada. Pero en sus ojos había una mezcla de miedo, duda... y resignación.
Heather tomó su tenedor por fin y comenzó a comer, como si la conversación no hubiera sido más que una formalidad. Como si ya estuviera planeando el próximo movimiento.
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El desayuno terminó con risas dispersas, platos vacíos y el sonido de sillas arrastrándose. Algunos ya se levantaban para salir al patio, otros se dirigían a sus cabañas, y unos cuantos se quedaban charlando en voz baja. El ambiente era relajado, como si por fin el campamento tuviera un respiro.
"¡Un momento!" dijo Cody, levantándose de su asiento con una energía que contrastaba con la calma general.
Todos se detuvieron. Algunos giraron con curiosidad, otros con la típica expresión de "¿ahora qué?"
"Solo será un minuto," dijo Cody, mientras caminaba hacia la cocina con paso rápido.
Owen se inclinó hacia Noah. "¿Va a traer comida extra? ¿Un pastel secreto?"
"No lo creo," dijo Noah, cerrando su libro. "Tal vez construyó una máquina para hacernos correr."
Gwen cruzó los brazos. "O una catapulta. Aunque esta vez no parece tan caótico."
Lindsay giró hacia Beth. "¿Crees que sea un disfraz? ¡Tal vez va a hacer teatro!"
DJ murmuró desde el fondo. "Con Cody nunca se sabe."
Cody regresó cargando su bolsa de tela, la misma que había dejado en la cocina. La colocó en el centro del comedor, se paró junto a ella y adoptó una postura exagerada de presentador de televisión: un pie adelante, una mano extendida, la otra sobre el corazón.
"Damas, caballeros, y criaturas del pantano," dijo con voz teatral. "Hoy, en el glorioso escenario del comedor del campamento Wawanakwa... ¡les presento el primer Torneo de Estrategia!"
Hubo un silencio breve. Luego, risas.
"¿Torneo de qué?" dijo Owen, con los ojos brillando.
Cody abrió la bolsa y comenzó a sacar los tableros: ajedrez, damas, shogi, Jenga, y una pequeña bolsa con piedras para Go. Cada pieza estaba tallada a mano, cada tablero marcado con precisión. Los colocó sobre una mesa larga, uno por uno, como si fueran trofeos.
"¿Todo eso lo hiciste tú?" dijo Gwen, acercándose con una mezcla de sorpresa y admiración.
"Esta mañana," dijo Cody, sin perder el tono de presentador. "Con herramientas, madera, carbón y paciencia. Mucha paciencia."
"¡Esto es increíble!" dijo Beth, tocando una ficha de ajedrez.
"¿Y se puede jugar?" preguntó DJ.
"Claro," dijo Cody. "La idea es que todos puedan participar. Retos uno a uno, o por equipos. Lo importante es pensar, divertirse... y no romper nada."
"¿Esto es real?" dijo Lindsay, mirando el tablero de shogi como si fuera una obra de arte.
"Más real que el desayuno," dijo Noah, ya acomodando las piezas de ajedrez.
Los chicos se acercaron poco a poco. Algunos con curiosidad, otros con entusiasmo. Owen ya intentaba armar la torre de Jenga. Harold explicaba las reglas del Go a Leshawna, aunque ella solo quería jugar damas. Courtney y Bridgette miraban los tableros con una mezcla de sorpresa y algo más difícil de definir.
"¿Cómo hace esto?" murmuró Courtney.
"Es Cody," dijo Bridgette. "Siempre tiene algo bajo la manga."
"Y nunca avisa," dijo Gwen, sonriendo mientras colocaba su peón en e4.
"Eso es lo mejor," dijo Cody, sentándose frente a ella. "Las sorpresas no se anuncian. Se viven."
Y así, sin cámaras, sin competencia oficial, sin premios ni castigos, comenzó el Torneo de Estrategia del campamento Wawanakwa. No era parte del juego. Pero todos querían jugar.
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El comedor se transformó. Las mesas, antes llenas de bandejas y jugo derramado, ahora estaban organizadas como estaciones de juego. Cada tablero tenía su espacio, cada ficha su lugar. Cody había colocado carteles improvisados con ramas y papel reciclado: "Mesa 1 – Ajedrez", "Mesa 2 – Damas", "Mesa 3 – Shogi", "Mesa 4 – Jenga", "Mesa 5 – Go".
Los concursantes se movían entre mesas como exploradores en una feria. Algunos solo miraban, otros tocaban las piezas con curiosidad. Pero tres figuras destacaban por encima del resto: Noah, Cody y Harold. Cada uno con su estilo, su ritmo, su forma de jugar.
Mesa 1 – Noah vs Owen (Ajedrez)
"¿Estás listo para perder?" dijo Owen, acomodando su torre como si fuera una ficha de dominó.
"Estoy listo para que te confundas con los nombres de las piezas," dijo Noah, sin levantar la vista.
La partida comenzó. Owen movía rápido, sin pensar demasiado. Noah, en cambio, se tomaba su tiempo. Observaba, analizaba, y luego atacaba con precisión quirúrgica.
"¿Por qué tu caballo se mueve en L?" preguntó Owen, frustrado.
"Porque es un caballo, no un camión," dijo Noah.
En menos de quince minutos, Owen estaba acorralado. Su rey rodeado, sus piezas dispersas.
"¿Ya perdí?" dijo Owen.
"Hace tres movimientos," dijo Noah, levantándose. "Pero gracias por el entretenimiento."
Owen se rascó la cabeza. "¿Puedo comer las fichas?"
"No," dijo Cody desde otra mesa. "Son de madera. Y tienen historia."
Mesa 2 – Cody vs Leshawna (Shogi)
"¿Y esto cómo se juega?" dijo Leshawna, mirando el tablero con sospecha.
"Es como ajedrez, pero japonés," dijo Cody, acomodando las piezas. "Cada ficha tiene un carácter. Y todas avanzan distinto."
"¿Y si no sé japonés?" dijo Leshawna.
"Confía en las flechas," dijo Cody, señalando las marcas que había tallado en cada ficha.
La partida fue lenta al principio. Leshawna dudaba, preguntaba, se reía. Cody explicaba con paciencia, sin perder el ritmo. Pero poco a poco, ella comenzó a entender. Movía con más seguridad, atacaba con decisión.
"¡Capturé tu torre!" dijo Leshawna, levantando la ficha como si fuera un trofeo.
"Y ahora puedes usarla tú," dijo Cody, sonriendo.
"¿Qué?" dijo Leshawna.
"En shogi, las piezas capturadas pueden volver al tablero como tuyas," explicó Cody.
Leshawna se quedó en silencio. Luego sonrió. "Este juego es salvaje."
Al final, Cody ganó por ventaja de piezas. Pero Leshawna se levantó con una sonrisa.
"Voy a practicar esto," dijo. "Y la próxima vez, te gano."
"Eso espero," dijo Cody.
Mesa 3 – Harold vs Lindsay (Damas)
"¿Estás segura que quieres jugar esto?" dijo Harold, acomodando las fichas con precisión matemática.
"¡Claro!" dijo Lindsay, con entusiasmo. "Me encantan los juegos con colores."
Harold no respondió. Solo comenzó a jugar. Sus movimientos eran rápidos, calculados. Lindsay, en cambio, saltaba fichas sin pensar, a veces en direcciones imposibles.
"Eso no es legal," dijo Harold, deteniéndola.
"¿Pero se ve bonito?" dijo Lindsay.
"No es arte. Es estrategia," dijo Harold.
La partida duró más de lo esperado. Lindsay, por pura suerte, logró coronar una ficha. Harold frunció el ceño, pero no dijo nada. Al final, ganó con una triple captura que dejó a Lindsay boquiabierta.
"¡Wow! ¿Eso fue magia?" dijo ella.
"No. Geometría," dijo Harold, levantándose.
Mesa 4 – Noah vs Beth (Go)
"¿Y esto qué es?" dijo Beth, mirando las piedras blancas y negras.
"El juego más antiguo del mundo," dijo Noah. "Y el más complejo."
"¿Y cómo se gana?" preguntó Beth.
"Controlando territorio," dijo Noah. "Y no dejando que te rodeen."
La partida fue silenciosa. Noah colocaba piedras con precisión. Beth intentaba seguirle el ritmo, pero pronto se vio atrapada en esquinas sin salida.
"¿Ya perdí?" dijo Beth.
"Sí," dijo Noah. "Pero aprendiste algo."
"¿Qué?" dijo ella.
"Que no todo lo que parece vacío está libre," dijo Noah, recogiendo las piedras.
Beth se quedó pensativa. "Eso suena profundo."
"Lo es," dijo Noah, ya caminando hacia otra mesa.
Mesa 5 – Cody vs DJ (Jenga)
"¿Seguro que quieres jugar esto conmigo?" dijo DJ, mirando la torre con nerviosismo.
"Confío en tu pulso," dijo Cody, sonriendo.
La partida fue tensa. Cada bloque que DJ sacaba parecía temblar. Cody, en cambio, movía con delicadeza, como si la torre fuera parte de su cuerpo.
"¿Cómo haces eso?" dijo DJ, sudando.
"Respirando lento," dijo Cody. "Y no pensando en el final."
La torre creció. Se volvió inestable. DJ sacó un bloque lateral, y la estructura se inclinó.
"¡Nooo!" gritó, mientras la torre caía.
Cody se rió. "Buen intento."
DJ se sentó, riendo también. "Esto es más estresante que los desafíos de Chris."
"Pero nadie grita," dijo Cody. "Y nadie se cae al agua."
Mesa 6 – Harold vs Gwen (Ajedrez)
"¿Lista?" dijo Harold, con los ojos brillando.
"Más que nunca," dijo Gwen, acomodando su reina.
La partida fue elegante. Gwen jugaba con intuición. Harold con cálculo. Las piezas se movían como en una danza silenciosa. Cada captura era un paso, cada defensa una pausa.
"Eres buena," dijo Harold, sorprendido.
"Me gusta pensar," dijo Gwen.
Al final, Harold ganó por una combinación de torre y peón. Pero Gwen se levantó con una sonrisa.
"Gracias por no subestimarme," dijo.
"Jamás lo haría," dijo Harold.
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Al final de la mañana, los tableros estaban llenos de huellas, risas y pequeñas victorias. Noah, Cody y Harold no se enfrentaron entre ellos. Pero todos sabían que, si lo hacían, el comedor se convertiría en una arena de titanes.
Por ahora, el torneo seguía. Y el campamento, por primera vez, parecía un lugar donde pensar era tan divertido como competir.
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El sol ya estaba alto cuando Cody anunció la ronda final del Torneo de Estrategia. Las mesas se habían despejado, los tableros estaban listos, y los campistas se reunían alrededor como si fuera el evento principal del día. No había premios, ni cámaras, ni reglas oficiales. Solo tres jugadores, una colección de juegos tallados a mano, y un público que no quería perderse nada.
"Última fase," dijo Cody, con voz clara. "Tres partidas. Tres jugadores. Uno será el campeón."
Los elegidos eran obvios: Noah, Harold y Cody. Cada uno había ganado todas sus partidas anteriores. Cada uno tenía su estilo. Y cada uno tenía seguidores entre los campistas.
"¡Vamos, Noah!" gritó Owen, levantando los brazos como si estuviera en un concierto.
"¡Cody es el mejor!" dijeron casi al unísono Courtney, Bridgette, Gwen, Beth y Lindsay, reunidas en una esquina, animando con sonrisas y miradas cómplices.
"¡Harold tiene precisión ninja!" murmuró Trent, cruzado de brazos, observando con respeto.
Los tres jugadores se sentaron en mesas separadas, con los tableros listos. La primera partida fue Cody vs Harold, en ajedrez.
Partida 1 – Cody vs Harold (Ajedrez)
"¿Listo?" dijo Cody, acomodando sus piezas con calma.
"Siempre," dijo Harold, con los ojos fijos en el tablero.
La partida fue rápida. Ambos sabían lo que hacían. Cody atacaba con intuición, Harold defendía con cálculo. Las piezas se movían como si tuvieran vida propia. Los espectadores se acercaban, comentaban en voz baja, hacían apuestas silenciosas.
"¡Cody está presionando por el flanco!" dijo Courtney, emocionada.
"Harold no se inmuta," dijo Trent, observando cada movimiento.
Al final, Cody logró acorralar al rey con una combinación de torre y alfil. Harold se quedó mirando el tablero, luego asintió.
"Buena partida," dijo.
"Gracias," dijo Cody, estrechándole la mano.
Los campistas aplaudieron. No por el resultado, sino por la intensidad.
Partida 2 – Noah vs Harold (Shogi)
"¿Sabes que este juego tiene más piezas que el ajedrez?" dijo Noah, mientras acomodaba el tablero.
"Más piezas, más posibilidades," dijo Harold, sin perder la concentración.
La partida fue silenciosa. Noah movía con precisión, Harold con estrategia defensiva. Pero Noah conocía el terreno. Cada ficha que capturaba la usaba a su favor. Cada movimiento parecía parte de un plan mayor.
"¡Noah está dominando el centro!" dijo Owen, saltando en su lugar.
"Harold está resistiendo como un muro," dijo Trent, con los brazos cruzados.
Pero al final, Noah colocó una ficha clave que dejó a Harold sin salida. El tablero estaba lleno, pero el camino estaba cerrado.
"Derrota técnica," dijo Harold, levantándose.
"Buena resistencia," dijo Noah.
Los campistas aplaudieron otra vez. Harold había perdido dos partidas, pero nadie dudaba de su habilidad.
Partida 3 – Cody vs Noah (Go)
La última partida. El silencio era total. El tablero de Go estaba listo, las piedras blancas y negras en sus cuencos. Cody y Noah se sentaron frente a frente, sin palabras.
"Este juego es sobre espacio," dijo Cody, colocando la primera piedra.
"Y sobre paciencia," dijo Noah, respondiendo.
La partida fue lenta. Cada piedra colocada era una declaración. Los territorios se formaban, se rompían, se defendían. Los campistas observaban como si fuera una danza.
"¡Esto es arte!" dijo Bridgette, con los ojos brillando.
"Es como ver dos mentes dibujando al mismo tiempo," dijo Gwen, fascinada.
"¡Vamos, Noah!" gritó Owen, con las manos en la cabeza.
"¡Cody puede remontar!" dijo Beth, apretando los puños.
Cody intentó rodear el flanco izquierdo. Noah respondió con una invasión precisa. Las piedras se cruzaban, se bloqueaban, se sacrificaban.
Al final, Noah tenía más territorio. Cody lo sabía antes de contar. Se recostó en su silla, sonriendo.
"Me ganaste," dijo.
"Por poco," dijo Noah.
Los campistas estallaron en aplausos. No por la victoria, sino por el espectáculo. Por la calma. Por la inteligencia compartida.
Después del torneo
Los tableros quedaron sobre las mesas, como reliquias. Los jugadores se levantaron, saludaron, bromearon. No había trofeo. No había ceremonia. Solo risas, respeto y una sensación de comunidad.
"¡Noah es el campeón!" gritó Owen, levantando los brazos.
"¡Pero Cody es el alma del torneo!" dijo Courtney, mientras Bridgette y Gwen asentían.
"¡Y Harold es el maestro silencioso!" dijo Trent, con una sonrisa discreta.
Los campistas comenzaron a jugar entre ellos. Damas, Jenga, ajedrez. Algunos en equipos, otros en duelos amistosos. El comedor se llenó de voces, movimientos, y una energía distinta.
"Esto fue divertido," dijo DJ, colocando una ficha.
"Más divertido que los desafíos de Chris," dijo Gwen.
"Porque aquí nadie cae al agua," dijo Owen, riendo.
"Y todos ganamos algo," dijo Cody, mirando los tableros.
"¿Qué ganamos?" preguntó Leshawna.
"Tiempo juntos," dijo Cody. "Sin competencia. Solo juego."
Y en ese momento, todos lo entendieron. El torneo no había sido sobre ganar. Había sido sobre estar juntos. Pensar juntos. Reír juntos.
