CAPITULO 8
La lluvia caía en Forks, empañando las casas de la gente del pueblo, y dando un ambiente gris a las calles transcurridas por el tráfico de la gente que se desesperaba por volver a su hogar.
Casa de Bella
Bella abrió de golpe la puerta, todavía enojada, y tiró su mochila al suelo. Subió las escaleras y se dejó caer pesadamente en su cama. Charlie la escuchó llegar y subió las escaleras.
–Tu madre llamó de nuevo —dijo acercándose un poco a la habitación de Bella.
Bella se levantó, pero sin mirarlo, le dijo.
–Es tu culpa por contarle sobre... el accidente —dijo, todavía un poco insegura de lo que pasó.
–Creo que ella siempre se preocupó de más —dijo Charlie sin saber cómo responder—. Parece feliz, creo que Phil es un buen hombre, ¿verdad?
–Lo es —dijo Bella insegura, sin mirarlo a la cara.
Ella solamente se encerró en su cuarto, sin querer hablar con nadie.
Habitación de Logan
Logan salía de ducharse con una toalla tapando su parte inferior. ¿Volvió a crecer un poco? Mirándose al espejo, vio su cuerpo; aún le resultaba extraño sentirse así, tener ese poder. Su brazo ya estaba curado, solo le dolía un poco, pero mientras más se transformaba, se curaba un poco más rápido.
Salió con un atuendo sencillo. Afuera de su ventana, el clima gris de Forks resaltaba su cabello oscuro. Él miraba directamente a lo lejos, hacia el bosque; sabía que había vampiros acechando ahí afuera.
Anoche casi sintió una presencia extraña al momento de rastrear a estos nómadas, sentía tres aromas diferentes. Quien quiera que fueran, se volvieron más agresivos, ya no les importaba ocultarse de todo.
Todavía no se siente seguro de poder enfrentarse a tres vampiros; todavía no tenía una referencia clara de su poder y límites.
Pero anoche, por primera vez, sintió miedo...
Corría por el bosque transformado, siguió aromas que estaban en diferentes lados. Estos vampiros se movían rápido, sin errores; era como si tuvieran un cazador que no desperdiciaba movimientos, guiándolo a cada paso, y a otro que supiera exactamente cómo borrar sus huellas...
Él no sabe si fue la noche, el frío intenso o el ambiente oscuro que parecía tragarse todo, pero sintió un escalofrío en todo su cuerpo. Inmediatamente miró detrás suyo, pero no había nadie...
Es como si algo se interesara por él, algo que no era humano, algo peligroso. Él no sabía qué era, pero lo sentía cerca...
Instituto Forks
Logan caminaba con su mochila y una camiseta negra y unos vaqueros de color azul. Su reciente aumento de estatura hacía que la ropa se le quedara un poco más ajustada al cuerpo, nada muy sobresaliente, es como si su cuerpo estuviera adaptándose a los últimos cambios de su gen despierto.
Las mujeres lo miraban al pasar, susurraban entre ellas. Los hombres se sentían raros, es como si tuviera un aura que atrajera a las personas sin que supieran.
Cafetería
Logan empuja las puertas de la cafetería y su mirada se posa por unos instantes en la familia Cullen; ellos lo observan sutilmente, pero no pueden hacer como si no existiera, su aroma los alteraba.
Les producía algo que no entendían del todo...
En el camino se encuentra con Bella y ella casi salta al verlo con su sonrisa.
Ambos caminan, casi en un silencio cómodo con sus amigos.
Edward los mira y una mirada de odio cruza un instante hacia Logan.
Ellos caminan haciéndose bromas al llegar a su mesa, observando a los demás.
–¿La Push, nena, te apuntas? —le dijo Eric a Bella.
Bella sonríe un poco.
–¿Debería saber qué significa eso? —preguntó.
–Es la playa La Push, en la reservación Quiliute —añadió Mike con una expresión divertida—. Todos vamos después de la escuela, se acercan muchas olas.
–Sí, y yo no solo surfeo en internet —añade Eric con movimientos cómicos de surf.
Jessica se burla de Eric por su comentario y la dulce Ángela sigue intentando convencer a Bella.
–También hay avistamientos de ballenas, ven conmigo por favor —le dijo Ángela, juntando sus manos.
–Ven con nosotros, cariño —dijo Eric burlándose de ella.
–Iré solo si dejas de decirme así —respondió Bella con una sonrisa.
Bella miró por un instante a Logan, tocándole suavemente el hombro.
–Jimmy, ¿tú también irás? —preguntó Bella viendo que todavía tenía vendado su brazo.
Logan lo pensó un momento, estuvo cientos de veces en esa playa, pero todavía se sentía herido con la gente de la tribu no quería ver a nadie todavía...
–Lo siento, Bella —dijo Logan con una mirada pesada—. Debo ir al hospital después de la escuela.
Trató de poner una excusa creíble. Bella solo lo miró con una mirada herida, sin querer preguntar más, y se levantó de la mesa.
Bella se dirige a una mesa con diferentes frutas y ensaladas. Pasó por todo viendo cada una de las cosas, eligiendo solo una manzana al final.
Ella tomó una manzana en su mano cuando apareció Edward a su lado.
–Arte comestible —Edward la sorprendió.
Ella tiró la manzana de sus manos y él la recogió antes de que cayera al suelo con una gracia única.
Él sostiene la manzana con su mano pálida, que hacía un contraste con el rojo intenso de la manzana en su mano.
Se la dio a Bella con una sonrisa encantada.
–Tus cambios de humor me están mareando —le respondió, aceptando la manzana.
–Dije que sería mejor no ser amigos, pero no es como si no quisiera serlo.
–¿Y debería saber qué significa eso? —Bella lo miró desconcertada.
–Significa que si fueras más inteligente me evitarías.
–Supongamos que no soy muy lista —le dice ella mirando sus ojos—, pero sé lo que quieres aparentar, es solo una máscara para alejar a las personas.
–Aun así, ¿me seguirás hablando? ¿O me dirías la verdad?
Edward mira a sus hermanas con sus miradas clavadas en él y Bella mira a la mesa donde están Logan y los demás con un Mike celoso.
–Probablemente no, aun así me gustaría saber tu teoría...
–Bueno, ¿qué tal algo radioactivo, o arañas mutantes? —le dijo ella tratando de encontrar su secreto oculto.
Edward mira a Bella, desafiándola a seguir.
–Hablas de cosas de superhéroes, pero si te dijeron que yo soy el villano —mirando los ojos de ella.
Edward mira hacia atrás, sintiendo la presencia de alguien.
–¡Si fuera así creo que tendríamos un problema, entonces! —Logan trató de aligerar el ambiente.
–Edward Cullen, ¿no? —Logan acercó su mano—. Es la primera vez que hablamos, supongo...
–Me presento: ¡soy Logan Black!
Entre los dos se miran fijamente y algo en Edward se altera; siente que sus pensamientos no son visibles para él, y su aroma le causa un sentimiento anormal...
Él le estrecha la mano y se siente la fuerza que no debería tener un humano común.
Bella ve esto y trata de cortar el momento incómodo.
–Disculpa Edward, Jimmy al principio puede parecer intimidante, pero es muy bueno.
Se quedan mirando unos segundos más, sin dejar de estrechar sus manos en un agarre fuerte.
–No te preocupes, Bella, solo me viene a despedir —le dijo Logan, sonriéndole—. Un gusto conocerte Edward, no te conviertas en un villano, ¿por qué si no te buscaré?
Lanzó una última broma ácida para aligerar el ambiente y hacer que Bella se avergonzara por haber escuchado su conversación con Edward.
Pero Edward percibía en el aire la amenaza, pudo hacer creer que fue una broma, pero sus ojos dijeron lo contrario y Edward sintió lo más similar a un escalofrío humano recorrer su cuerpo...
Mientras él se perdía entre los demás, Bella volvió su atención a Edward.
–¿Por qué no vienes conmigo? ¿Por qué no salimos? —preguntó Bella tímidamente, armándose de valor.
Edward solo la miró.
–Todos irán a la playa, ven conmigo, te gustará —dijo ella tratando de desviar su mirada—. Quemaduras por el viento, agua salada.
Edward sonrió considerando la invitación.
–¿A qué playa van?
–La Push —respondió Bella— y el rostro de Edward se pone serio.
–¿Pasa algo en esa playa? —ella le preguntó dándose cuenta de su cambio.
Él la miró sin saber qué r
esponder.
–Solo que esa playa tiene mucha gente, disculpa —y se alejó de Bella.
Bella lo vio irse, quedando con más preguntas que respuestas.
Continuará....