La noche en Forks era diferente a otras, la oscuridad pareció absorber la luz del pueblo, los postes de luz amarilla de las calles le daban una sensación inquietante al paisaje y a las calles del pueblo.
> Habitación de Bella
Bella despierta de golpe y, por un instante, ve a Edward mirándola fijamente.
Enciende la luz de la habitación, pero está vacía.
¿Acaso fue un sueño?
¿Por qué con Edward? ¿Por qué no podía quitarse la sensación de su mirada?
De que él es diferente, casi irreal para un humano.
Y ella estaba en camino a obsesionarse con su presencia.
> Instituto Forks
Bella está en el mismo lugar donde ocurrió el accidente; su mente revive escenas pasadas, recordando cómo podría haber muerto, y fijándose en un pequeño detalle que pasó desapercibido.
Logan...
Reaccionó más rápido que cualquiera. Su fuerza, la calidez de su piel al tocarlo... eso no era humano. Detener una camioneta en movimiento con una sola mano, aunque él se haya lastimado, era algo que nadie podría hacer sin morir.
Y luego estaba Edward. Bella tenía sueños donde él siempre la observaba, pero cada vez que intentaba alcanzarlo, desaparecía... sin dejar rastro, como si solo fuera producto de su imaginación. ¿Pero realmente lo era?
El clima y las nubes grises que pronosticaban lluvia no acompañaban a su estado de ánimo; dentro de ella se decía a sí misma que algo no estaba bien, que algo era peligroso... Se sentía como un sentimiento no humano.
Detrás de ella, la clase se reunía para la excursión. Hoy extrañaba un poco a Logan; desde que había vuelto a hablar con él, nunca se sentía sola. Él era único... hacía que todo pareciera diferente, como si fueran niños otra vez bajo ese cielo nublado.
El Sr. Molina organizaba la clase para la excursión.
—¡Asegúrense de tener a mano sus permisos! —nos dijo, entusiasta, el profesor.
Bella observó por última vez las marcas de neumáticos en el pavimento y se reunió con el grupo.
Se sonrojó al ver a Edward junto con sus hermanos; a su lado estaban Alice y Jasper.
Mientras los observaba, no se dio cuenta cuando Mike llegó a su lado.
—¡Sí! ¡Eres tú, estás viva! —hizo una pose exagerada, imitando a Frankenstein.
—Sí, creo que fue... falsa alarma —contestó Bella tímidamente.
—Me alegro de que no estés muerta, porque saberlo habría sido terrible, ¿no? —Mike miró hacia otro lado, avergonzado.
—También me gustaría preguntarte, ¿cómo está Jimmy? No responde los mensajes y los muchachos no saben dónde vive.
Mike miró a Bella y luego apartó la mirada tímidamente; se notaban sus nervios.
—Además, en un mes... o sea, falta pero quería preguntarte... —Mike comenzó a decir.
Bella ya no lo escuchaba; estaba distraída viendo cómo Edward observaba desde lejos junto con Mike, como si pudiera anticipar de qué hablarían, con una mirada seria.
Por un instante, el mundo pareció detenerse; su corazón latía con fuerza, y la presencia de Edward era un imán que no podía ignorar.
Rápidamente, Bella se concentró de nuevo en su conversación con Mike.
—¿Disculpa? —preguntó.
Mike quedó congelado, como si no la hubiera escuchado la primera vez.
—Me preguntaba... si tú quisieras, ¿quisieras ir al baile de graduación conmigo? —preguntó Mike con el rostro un poco rojo.
Al darse cuenta, Bella miró a todos lados en busca de ayuda. No tenía a Logan para cuidarla.
—Mmm, el baile... ese día no estaré aquí —respondió, dando una excusa rápida—. Me voy a Jacksonville ese fin de semana.
Dijo Bella con una pequeña sonrisa.
—¿Y no puede ser otro día? —preguntó Mike en un susurro.
—Lo siento, ya compré los boletos —Bella miró hacia otro lado y añadió—: ¿por qué mejor no invitas a Jessica?
—Seguro que le encantará la idea —siguió intentando convencerlo.
Bella señaló con su mirada a Jessica a través del campo verde de la escuela, y Mike siguió su mirada hasta ella.
Y una vez que sus miradas chocaron, ella le sonrió a él.
Edward pasó al lado de ellos y Bella, por un minuto, perdió el sentido del mundo.
> Invernadero de la excursión
El profesor guía a los estudiantes a diferentes especímenes y plantas, dando pequeños apuntes y resúmenes de cada uno.
Bella sigue con la mirada a Edward, que está más adelante junto a sus hermanos.
El profesor muestra una máquina y composta, mientras los estudiantes empiezan a divertirse entre ellos.
—Miren las cosas increíbles que se pueden hacer con composta —dijo mientras introducía una taza reciclable en una máquina—. Té de composta.
Lo dijo riendo y regalándole el vaso a Tyler,
mientras éste lo aceptaba divertido junto a su amigo.
—¡Espera, no te lo bebas! —se escuchó decir al Sr. Molina.
Edward se para a unos pasos de Bella y cuando ella pasó a su lado, se sorprendió al escuchar...
—¿Qué hay en Jacksonville? —preguntó Edward, todavía mirando al frente.
—¿Cómo lo supiste? —Bella parecía sorprendida por la pregunta inesperada.
—No respondiste mi pregunta —dijo Edward esta vez mirándola a los ojos.
—Como si tú fueras a contestar alguna de las mías —dijo Bella tratando de no sonar tímida—. Ni siquiera me saludas.
—Hola... —Edward lo dijo irónicamente.
—¿Ahora me dirás qué hay en ese lugar? —siguió insistiendo.
—Floridanos, eso es lo que hay en Jacksonville.
Bella dio una vuelta para irse, pero tropezó y antes de caer Edward la sostuvo, evitando su caída. Su olor tan cerca la desestabilizó un poco, haciendo que frunciera levemente el ceño.
—Ayudaría si realmente miras por dónde caminas, ¿sabes? —le dijo bruscamente.
Bella solo lo miró sintiéndose agredida y rápidamente caminó hacia adelante.
Edward rápidamente trató de alcanzarla.
—Disculpa, sé que fui grosero contigo y es que... —su expresión se congeló y no supo cómo encontrar las palabras.
Bella simplemente lo vio como si fuera un loco y se alejó del lugar.
Luego de ese incómodo momento, Jessica se acercó corriendo hacia ella con una sonrisa enorme.
—Adivina quién me acaba de invitar al baile —Jessica casi gritó de emoción.
Bella solo sonrió.
—Es solo que creo que Mike te iba a invitar... ¿No crees que sería raro, verdad? —preguntó un poco insegura Jessica—. ¿Está todo bien, verdad?
—Para nada, ustedes hacen una gran pareja —respondió Bella de manera casi tímida, sacándose un peso de encima.
—¡Lo sé, verdad! —Jessica corrió hacia Ángela.
Bella caminó fuera del lugar de la excursión, dirigiéndose a los autobuses escolares.
> Autobuses escolares
Edward se acercó a Bella sin que ella se diera cuenta.
—Creo que sería mejor que no fuéramos amigos.
Bella se sorprendió una vez más al no sentir que estaba cerca.
—Creo que deberías haber pensado eso antes de hablarme —respondió Bella con la cabeza baja y su cabello intentando cubrir su cara.
—¿Crees que deberíamos ser amigos? —Edward la miró a los ojos.
—Solo no entiendo el porqué me evitas, tus cambios de humor, no los entiendo —dijo Bella, un poco herida.
—Tú no sabes nada —Edward se enfureció y se alejó de ella.
El tono tan frío la lastimó un poco y justo en ese momento apareció Alice con una sonrisa.
—El autobús ya se está por ir —miró a Bella—. ¿Quieres venir con nosotros?
Pero Edward la cortó bruscamente, antes de que Bella siquiera pudiera hablar.
—El autobús está lleno —dijo mientras subía y Alice solo se quedó con una mirada incómoda.
La lluvia se sentía cerca, el ambiente la hacía sentir mucho más insegura, y en ese momento solo quería que Logan estuviera cerca de ella.
Continuará...
Si tengo errores, lo siento es mi primera vez como dije, algunas cosas se me pasan.
