Cherreads

Chapter 7 - Capítulo 6

CAPITULO 6

La tarde fría de Forks llenaba todo el lugar, trayendo consigo una oscuridad que envolvía todo. Parecía diferente. Después del accidente en la escuela, Logan era llevado por Bella al hospital.

Las puertas se abrieron y entró Charlie corriendo, con un rostro preocupado.

—Bella, ¿estás bien? —corrió hacia ella sin pensarlo.

Charlie la examinó de pies a cabeza: solo tenía una pequeña herida al costado de la frente, cubierta por un vendaje adhesivo. Respiró aliviado, pero luego fijó la vista hacia el frente.

Un joven estaba con el doctor de urgencias.

Sentado sobre una camilla estaba Logan, con su mirada seria. En su rostro se notaba el dolor, pero no exagerado. Hacía rato que su herida estaba sanando sola, beneficios de ser un "quiliute fallido". Lo que preocupaba a Logan era que la gente pensara que era anormal curarse tan rápido.

—Logan, lo siento. Te juro que quise parar. No debería haber ocurrido. ¡Perdón! —dijo Tyler Crow, compañero de clases.

Algunas veces habían hablado, pero no Tan cercano como Mike, Ángela, Jessica o Eric.

—No te preocupes, Tyler. Está bien —dijo Logan sin mirarlo, con los dientes apretados.

—No, no, ni un demonio está bien. Casi te mata a ti y a Bella —llegó Charlie al lado de Logan, junto con Bella—. Si no hubiera sido por ti, Logan… no sé qué habría pasado.

Charlie bajó la mirada, observó a Bella y luego a Logan.

—Quiero agradecerte y… perdón. Por no haber estado a tiempo contigo. Solo eras un niño, y tu padre era un gran hombre —Charlie tenía una mirada culpable—. Quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que sea.

Logan miró los ojos de Charlie: un hombre roto y solitario, igual que él, pero que nunca dejó de ser una buena persona.

—No te preocupes, tío Charlie. Hace mucho que no hablamos, pero nunca te dejé de ver como familia —respondió Logan con una sonrisa de esas que él solo podía dar para aligerar el ambiente—. Creo que con una buena comida estaríamos a mano.

Incluso en esta situación, Logan no perdía ese sentido del humor extraño que tenía.

—Y con respecto a ti, muchacho, despídete de tu licencia —Charlie le gritó a Tyler con un rostro furioso.

—¡Vamos, Charlie! No fue su culpa, todo está bien —respondió Logan, intentando restarle importancia—. Podría haber sido peor, créeme.

—Casi los perdemos, Logan. A los dos —dijo Charlie en un susurro, mirando a Bella—. Nunca más volverás a conducir, muchacho.

Mientras Charlie seguía regañando a Tyler, una voz llamó nuestra atención.

—Escuche que la hija del jefe está aquí…

Levantamos la mirada cuando el doctor Cullen se acercó a nosotros. Parecía de unos treinta años, rubio, casi como un actor de cine. Increíblemente guapo, pensó Logan. (¿Por qué mi gen no me volvió así?) Tenía un rostro amable y cansado.

—Yo me encargaré de ellos, Jackie —dijo el doctor, tomando un informe—. Bueno, Bella, estuve al tanto. Estás bien: solo una ligera confusión cerebral.

Informó Carlisle, con una pequeña sonrisa. Luego miró a Logan. Seguía sonriendo, pero de otra forma. Estaba claramente incómodo con él.

—Ustedes se pueden retirar —les dijo a Charlie y Bella.

Bella me miró, su rostro lleno de preocupación o duda, como si estuviera luchando consigo misma entre quedarse o irse. Otra voz la sacó de su momento.

—Si no es mucha molestia, nos quedaremos, Dr. Cullen. Logan es importante para nosotros. No tiene familiares, y con su brazo así no es bueno que ande solo por las calles oscuras del pueblo —expuso Charlie rápidamente, como si él mismo se hubiera asignado el rol de tutor.

Bella lo miró sin palabras, pero luego una pequeña sonrisa adornó su rostro pálido.

Carlisle se sorprendió. Inicialmente quería hablar a solas con Logan.

—No es un problema. Solo debo dar algunas indicaciones. Si gustan, pueden ir a recepción a firmar algunos papeles. Luego el señor Black los alcanzará.

Cuando Bella y Charlie se alejaron, el clima cambió. Se volvió tenso, silencioso, cerrado. Se apartaron un poco del resto de los pacientes.

—Es extraño… viendo tus resultados, tu fisiología es fascinante —Carlisle lo miró a los ojos mientras sostenía imágenes del brazo herido de Logan—. Completamente un factor curativo inhumano.

Logan lo observó con precaución. Los dos sabían que eran diferentes. Hablaban con doble significado. Como dos depredadores encerrados en la misma habitación.

—Entonces qué bueno que ninguno de los dos lo sea, ¿no, Doc? —respondió Logan con una mirada firme.

Ya no había chistes. Ya no había cortesía. Solo la observación de dos criaturas que podían hacerse daño.

—Vi a tu chico —continuó Logan—. Edward. Parece tener una extraña obsesión con Bella. Lo noté. Estaba ahí cuando ocurrió el accidente. Listo para actuar. Y en algún momento, se fue sin hacer nada.

—Supongo que sabes de mí. De mi tribu —siguió Logan, serio—. No te preocupes, no tengo nada en contra de ustedes.

Carlisle estudió a Logan, eligiendo con cuidado sus palabras.

—¿Puedo llamarte Logan? Es cierto: somos diferentes. Pero no hacemos daño a humanos. Eso deberías saberlo. Y no te preocupes, hablaré con Edward sobre… esto.

El doctor tocó el brazo de Logan, y sus sentidos se alteraron al instante. Su sangre no era normal. No era humana. Era poderosa, antigua, inquietante. Si Carlisle no tuviera siglos de control, ese aroma habría sido peligroso.

Retiró su mano con suavidad, como si hubiera tocado fuego sin esperarlo.

Logan lo notó.

Ambos lo notaron.

—Eres… único —admitió Carlisle, con fascinación y cautela mezcladas—. Solo te pediré una cosa, Logan. Ten cuidado. No solo por ti… sino por lo que pueda seguirte.

Logan frunció el ceño.

—¿Seguirme?

Carlisle negó, arrepentido de haber dicho más de lo debido.

–Eres diferente y tienes algo que nunca senti–Le repondio Carlisle con cautela– además.

—Forks está cambiando. Hay movimientos que no deberían estar ocurriendo. Tú lo sientes, ¿no?

Logan pensó en el olor extraño en el bosque esa mañana. En la sensación de ser observado.

—Sí. Lo siento —respondió, recordando al guardia atacado—. ¿Son nómadas?

Carlisle asintió, como si esa confirmación encajara con algo que llevaba horas sospechando.

—Tendrás que sanar tu brazo de manera humana —advirtió, volviendo a su tono profesional—. Mantén el vendaje. No llames la atención.

Logan sonrió de lado.

—Soy un experto en eso.

—Lo sé —respondió Carlisle, devolviéndole la sonrisa, aunque sus ojos seguían tensos—. Y Logan… si notas algo más, cualquier cosa… ven a mí antes de actuar solo.

Cuando Charlie y Bella regresaron, Carlisle dio un paso atrás, recuperando su calma perfecta.

—Pueden llevarlo a casa —informó—. Solo necesita reposo.

Pero Logan sabía que no era solo eso.

Había algo allá afuera.

Algo que ya lo había olido.

Y que ahora también sabía su nombre.

Al levantarse de la camilla, un escalofrío recorrió su espalda. Una sensación roja, afilada, como uñas rozando una pared húmeda.

Una imagen fugaz cruzó su mente.

Cabello rojo.

Una risa suave.

Unos ojos que no eran humanos.

No era una visión.

No era imaginación.

Era una advertencia.

Cuando Logan salió del hospital junto a Bella y Charlie, el aire frío de Forks se sintió distinto. Más espeso. Más expectante.

En lo alto de los árboles, donde la luz del estacionamiento no alcanzaba, algo se movió sin hacer ruido.

Algo que no respiraba.

Algo que ya lo había elegido.

Continuará…

Que les pareció? Es mi primera vez escribiendo tantos diálogos, no sé si lo hago bien, si ven algún error avisen, estaré esperando, gracias pibes/as 😎

More Chapters