Enero de 2023
La humanidad tardó menos de veinticuatro horas en entrar en pánico.
Una persona con poderes habría sido un milagro.
Veintiocho, una amenaza existencial.
La confirmación fue clara e irrefutable:
Una sola persona con habilidades sobrehumanas por país.
Ni más. Ni menos.
Los gobiernos reaccionaron primero.
Los pueblos, después.
Colombia
Juan Camilo fue clasificado como Activo Estratégico Nacional.
No como ciudadano.
No como individuo.
No intentaron capturarlo.
Porque los informes coincidían en una sola frase:
No existe armamento humano capaz de neutralizarlo y los que se creían que si no eran rentables.
Estados Unidos
El suyo fue "custodiado" diplomáticamente. Psicólogos, estrategas y abogados lo rodearon.
—Un solo hombre vale más que una flota —admitieron en privado.
China
No hubo anuncios.
Su superhumano desapareció del espacio público.
El control fue absoluto.
Rusia
Lo llamaron el nuevo disuasivo.
—Las bombas se interceptan —dijo un general—.
—Una persona no.
Brasil
La población lo idolatró.
Pero los militares observaron con preocupación.
La ONU
En una sesión cerrada se pronunció una frase que nunca se haría pública:
La humanidad sigue al mando…
pero ya no de la misma forma.
Juan Camilo
Apagó el televisor.
Miró sus manos.
Entendió algo con absoluta claridad:
No había elegido ser distinto.
Pero el mundo ya había decidido qué significaba que lo fuera.
Y en algún lugar del planeta, alguien pensaba lo mismo que él.
Aviso importante Esta obra es una creación de ficción. Los personajes, sucesos y diálogos aquí descritos son producto de la imaginación del autor. Cualquier semejanza con personas reales, incluidas figuras públicas como presidentes, líderes políticos o instituciones, es utilizada únicamente con fines narrativos y no pretende reflejar hechos reales ni opiniones sobre dichas personas o entidades. No debe interpretarse como una representación fiel de la realidad, sino como parte de un universo ficticio.