Capítulo 2
Logan y Bella seguían en la cafetería hablando con los chicos. Por las ventanas de la cafetería se notaba cómo encima estaba gris y el cielo contenía una tormenta, pero es Forks.
Sorpresa, clima estúpido, lo odio, pensó Logan. Mientras hablaba con Bella sintió un flash.
—Sonrían —dijo Ángela con una cámara en manos, sonriendo—. Es para el reportaje escolar.
Bella inmediatamente sonrió incómodamente y miró a la dulce Ángela, amiga de Jessica y Eric.
—Lo siento, necesitaba una entrevista con los chicos nuevos —aclaró mirándonos a nosotros dos.
—No habrá reportaje, Ángela —le dijo Eric reprochándole; luego miró a Bella—. Te cubro las espaldas, cariño.
Ángela miró decepcionada esta noticia.
—Supongo que podríamos hablar sobre otras cosas… ¿sobre consumo de alcohol por parte de adolescentes? —lo dijo con un poco más de ánimos.
Bella la miró y quiso ayudar dando ideas.
—Podrías hablar sobre desastres alimenticios, o protección de trajes de baños en el equipo de natación…
—Espera, ¡esa es buena! —respondió Ángela como si hubiese ganado la lotería.
En ese momento Logan vio cómo se abren las puertas y vio entrar cuatro personajes completamente distintos a cualquiera, que se podrían describir como "irreal".
Él automáticamente lo sintió: lo diferente, sus ojos, la manera en que caminaban, sus reacciones, su respiración actuada. No, no… ellos no eran humanos. Pero para alguien sin protección como él, lo mejor sería evitarlos.
(Spoiler: sí, creo que eso no pasará).
Todos ellos caminaban con una gracia y encanto únicos. Juntos fueron a tomar asiento, pero antes de sentarse él lo vio, sintió el cambio, diferente. Ellos también. Las miradas chocaron con él, sus ojos se abrieron y miraron entre sí, como diciendo ¿qué demonios pasó aquí? Fue completamente incómodo, hasta Mike y los otros dijeron:
—Eric, ¿ahora qué hiciste? Molestaste a los raros —susurró él.
—No digas tonterías, yo nunca hablé con ellos de nada —dijo Eric escondiendo su cara y acercándose sigilosamente a Mike.
Para Bella fue otra cosa. Ella quedó fascinada. Era la primera vez que veía personas tan asombrosas. No ocultó su asombro.
Logan lo sintió. Una vez escuchó de las leyendas de los "fríos": verdaderos vampiros, no cuentos de hadas. Eran reales y peligrosos.
Él lo sabía. Porque los vampiros eran tan peligrosos. Su tribu los describía como seres de belleza inigualable, piel pálida, ojos carmesí y sentidos extremos, atraídos por deseos que hasta a veces se vuelven obsesión.
—¿Quiénes son? —preguntó Bella.
—Los Cullen —respondió Ángela.
Jessica se acercó a ellas a chismear.
—Son hijos adoptivos del Doctor y la Señora Cullen —respondió Jessica contando todo sin vergüenza—. Todos se mudaron desde Alaska hace dos años.
—Son un poco reservados —agregó Ángela.
—Porque están juntos —respondió Jessica sin pudor—. Hasta comen juntos.
Y siguió agregando:
—La rubia es Rosalie, y el chico de cabello oscuro, Emmet —respondió señalando a cada uno con la mirada a Bella.
Rosalie tenía la apariencia de una chica de 18 años, rubia, hermosa, igual que una modelo, y ella lo sabía.
Junto a ella estaba Emmet. Aparentaba 17 años, grande, musculoso, y con una mirada juguetona que se reflejaba perfectamente.
—¿Eso siquiera es legal? Es que están juntos literal —siguió refiriéndose Jessica a esa extraña relación.
—Jess, ni siquiera son parientes. No tiene nada de malo —la reprimió Ángela.
—Pero viven juntos, son hermanastros —Jessica siguió dando hechos, como si esto fuera algo anormal—. La pequeña es Alice, es extremadamente rara.
Alice era una chica bajita de 17 años, delgada, aspecto de duendecillo y cabello corto.
Ella caminaba alrededor de un chico rubio que aparentaba 18 años, alto, delgado y con una expresión de tortura en su rostro.
—El otro es Jasper. Parece estar sufriendo —Ángela la miró como si esta vez tuviera razón—. Quiero decir, el Doctor Cullen es padre adoptivo y Cupido.
—Quizás me adopte —dijo Ángela en forma de broma.
Bella se rió de su chiste cuando vio al último Cullen entrar: un chico alto, pálido, delgado, con el pelo despeinado de un color bronce similar.
Este tenía un aura más misteriosa e infantil, y Bella no podía apartar la mirada de él. Y esto lo vio Logan.
—Oye, si lo sigues mirando le vas a hacer un hueco en la cara —casi gritando, la siguió avergonzando—. ¿Deberías hablarle, no?
—¿Y quién es él? —preguntó Bella, dejando pasar el comentario de Logan.
—Él es Edward Cullen.
De repente, él miró hacia ellos. Sus ojos se posaron en Bella y luego en Logan, y su cara cambió a una de desconcierto, igual que la de sus hermanos.
Logan le devolvió la mirada, y se creó una situación incómoda que Jessica rompió sin que los demás lo vieran.
—Es totalmente guapo, obvio, pero parece que nadie es suficiente para él —Jessica lo afirmó con una cara de ironía—. ¡Ni te molestes con él, créeme!
—Tranquila, no lo tenía planeado —Bella respondió eso, pero no pudo evitar mirar una vez más hacia atrás.
Él le devolvió la mirada, y se creó un momento tenso que fue percibido por Logan.
Sus hermanos Cullen, sutilmente, siguieron mirando de vez en cuando hacia su dirección.
Él solo quería desaparecer de la vista de estos vampiros. Era muy temprano para tener problemas, ¿no?
Continuará.....
